¿Un órgano artificial para tratar la diabetes mellitus? Un estudio reveló que la posible ventaja de la terapia híbrida de circuito cerrado sobre la terapia con bomba aumentada por sensor en niños muy pequeños con diabetes podría funcionar, aunque los resultados aún no son conclusivos.
El estudio reclutó a niños de 1 a 7 años de edad con diabetes tipo 1 que están recibiendo terapia con bomba de insulina en siete centros de Austria, Alemania, Luxemburgo y Reino Unido. Los participantes recibieron tratamiento de 16 semanas, en orden aleatorio, en los que se compartó el sistema de circuito cerrado con la terapia de bomba aumentada por sensor.
"El punto final primario fue la diferencia entre tratamientos en el porcentaje de tiempo que la medición de glucosa del sensor estuvo en el rango objetivo (70 a 180 mg por decilitro) durante cada período de 16 semanas", explica el estudio.
Mientras que los criterios de valoración secundarios clave incluyeron el porcentaje de tiempo pasado en un estado hiperglucémico (nivel de glucosa, >180 mg por decilitro), el nivel de hemoglobina glicosilada, el nivel medio de glucosa del sensor y el porcentaje de tiempo pasado en un estado hipoglucémico (nivel de glucosa, <70 mg por decilitro). Se evaluó la seguridad.
De acuerdo con el estudio publicado en el New Journal England of Medicine, un sistema híbrido de circuito cerrado mejoró significativamente el control glucémico en niños muy pequeños con diabetes tipo 1, sin aumentar el tiempo de hipoglucemia.
El tratamiento de diabetes tipo 1
Actualmente, para los niños que tienen diabetes tipo 1, exista la tecnología de bomba aumentada por sensores, en los que se requiere que los padres revisen los niveles de glucosa de su hijo mediante un monitor y luego ajsuten manualmente la cantidad de insulina administrada por la bomba.
¿Qué es lo novedoso en un páncreas artificial?
Roman Hovorka, profesor del Instituto de Ciencias Metabólicas Wellcome-MRC, de la Universidad de Cambridge, ha desarrollado “CAmAPS FX”, una aplicación que, combinada con un monitor de glucosa y una bomba de insulina, actúa como un páncreas artificial, ajustando automáticamente la cantidad de insulina que administra en función de los niveles de glucosa previstos o en tiempo real.
Este páncreas artificial es un “sistema híbrido de bucle cerrado”, lo que significa que el cuidador del niño tendrá que administrar la insulina a la hora de las comidas, pero en el resto de los momentos, el algoritmo funciona por sí mismo. Todavía no existen versiones comerciales de sistemas de bucle cerrado.
bgpa