A lo largo de 20 meses de la pandemia por covid-19, el sistema de salud de México quedó “completamente desnudo” sobre sus severas carencias, básicamente, en el primer nivel de atención que “es de los peores” por el abandono de varios sexenios, aseguró Alejandro Macías, ex comisionado de influenza en México y catedrático de la Universidad de Guanajuato.
“Nos mostró que tenemos el peor primer nivel”, dijo. Señaló que la responsabilidad de atención quedó en manos de los consultorios ubicados a un costado de las farmacias, donde se atiende el 50 por ciento de la población.
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“Allí hay médicos competentes, pero eso no resuelve el hecho de que debemos contar con un plan estratégico, en el que haya inversión y capacitación, para elevar la calidad en la atención de los médicos generales”, explicó.
Para Macías y Francisco Moreno, médico internista e infectólogo, resulta “increíble que ya pasaron 20 meses de la pandemia y sigamos viendo recetas recomendando oseltamivir, cuando se trata de un tratamiento que bloquea una enzima que tiene el virus de influenza A7H1N1, no de covid".
“Vemos recetas de pánico, sugeridas por médicos de primer nivel, recomendando azitromicina, Ivermectina, dejando de lado lo esencial, el oxígeno. Luego nos quejamos de que hemos pagado gran tributo de muerte”, dijo.
También la pandemia “desnudó a los hospitales, tenemos los mejores del mundo, con altos estándares internacionales, pero otros que podrían ser equiparados a los que se encuentran en Somalia".
“Tenemos una gran disparidad, muchos hospitales trabajan en situaciones precarias, mal abastecidos con personal capacitado y suficiente. Si entras por covid, sales muerto. No hay manera de que salga vivo de un hospital (con bajos estándares de capacitación y calidad) aun cuando tenga ventiladores”, añadió en la sesión TecSalud Covid-19 al día.
“No quiero hablar mal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero la mortalidad era tan alta, de aproximadamente 47 por ciento y dices '¿cómo es posible cuando tenemos médicos e infectólogos?'”, añadió Moreno.
Destacó que en México existen diversas escuelas de medicina que “no son buenas. Tenemos 50 mil egresados cada año, de los cuales 4 mil o 3 mil 500 entran a una residencia y los demás no están bien preparados, tampoco tienen un sueldo adecuado y el médico general debe buscar otras dos o tres chambas. La medicina requiere que te dediques a la medicina, de que te actualices”.
El país también quedó desnudo en cuanto a vacunas.
“México fue un buen productor de vacunas a nivel internacional. Las vacunas mexicanas circulaban en todo el mundo, era de los principales proveedores internacionales de polio. Lo abandonamos porque era más fácil comprárselo a los chinos o ir al mercado a la India por ser más baratos. Y ya vimos lo que eso nos ha costado. Lo hemos pagado con sangre”, refirió Macías.
Recordó que la única vacuna que produce México es veterinaria y resulta de la misma complejidad que cualquier otra vacuna para adultos, y eso explica el por qué el gobierno debió adquirir vacunas contra covid de “chile mole y de manteca. No es criticable. México no podía salirse de la fila”.
Lamentablemente, precisó, México esperaba de 10 a 15 millones de vacunas por mes de AstraZeneca. “No se pudo porque la planta no estuvo a tiempo y luego porque la situación internacional de escasez de insumos".
“Esas 10 o 15 millones iban a servir para México y América Latina, por eso tuvieron que salir a comprar vacunas, a veces sin saber si van a funcionar o no. Firmando contratos de riesgo y a ello se suma la logística que ha sido muy difícil”, dijo.
En el futuro, aseveró, México debe de aprender de sus errores y hacer las cosas de manera diferente que marcaría la diferencia entre la vida y la muerte, detener ese exceso de mortalidad.
Por ello, los especialistas propusieron que se conforme una sinergia con la industria, las universidades, tecnológicos y el gobierno para hacer una evaluación, corregir lo que estuvo mal, y preparase ante una futura nueva emergencia.
scsa