Poner un alto a la tuberculosis y al VIH es posible: AHF México

En América Latina y el Caribe residen dos de los 20 países con más casos y cepas resistentes de tuberculosis: Brasil y Perú.

La tuberculosis ha tenido su aumento debido a la pandemia de covid-19. (AP)
Blanca Valadez
Ciudad de México /

Se requiere un paquete de 5 mil millones de dólares destinados en fondos globales para la prevención, epidemiología, pruebas, tratamiento, capacitación e investigación para detener y erradicar y erradicar la tuberculosis en América Latina, informó AHF México.

“En 2022, los reportes del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud señalan un total de 24 mil 37 casos (23 mil 449 nuevos y 588 nuevos resistentes). En lo que va de 2023, el mismo sistema refiere 3 mil 674 casos de tuberculosis respiratoria, 721 de otras formas de tuberculosis y 80 de meningitis tuberculosa”.

En América Latina y el Caribe residen dos de los 20 países con más casos y cepas resistentes de tuberculosis: Brasil y Perú, respectivamente. En cifras le siguen México y Haití.

Por ello, “es indispensable que el sector público brinde información suficiente a la población e intensifique la detección de tuberculosis, además de garantizar la provisión de los tratamientos de primera y segunda línea, entre otras acciones que pueden fortalecerse en colaboración con la sociedad civil organizada por la experiencia y alcance comunitario” señaló Guillermo Bustamante Vera, coordinador de Programas de AHF México.

La Organización Mundial de Salud (OMS) trabaja en 45 países con la sociedad civil, aliados y agencias gubernamentales, para poner fin a la tuberculosis a través de un plan que también abarca garantizar el acceso universal a los mejores medicamentos para la tuberculosis, incluidos aquellos que acortan el plazo del tratamiento.

Así como para reducir la cantidad de personas con tuberculosis no diagnosticadas a través de programas de prueba de punto de atención a gran escala y rastreo de contactos; intensificar la participación de las organizaciones no gubernamentales (ONG) en programas de planificación, divulgación y adherencia a nivel local, nacional y mundial.

De igual forma, integrar los servicios de tuberculosis con el VIH y los entornos de atención primaria; capacitar en tuberculosis, de forma universal, a todos los trabajadores de la salud en áreas de alta prevalencia, así como producción de materiales informativos y educativos de fácil acceso.

Implementar políticas y procedimientos universales de control de infecciones de tuberculosis para proteger al personal y a los pacientes en entornos de atención médica. Lanzar programas de pruebas especializadas para abordar la presentación tardía de la tuberculosis para reducir muertes e infecciones innecesarias.

Asimismo, implementar terapia de prevención de tuberculosis a corto plazo para poblaciones vulnerables, e involucrar a los pacientes curados y activos como embajadores en campañas para mejorar la adherencia al tratamiento.

Uno de los principales desafíos en la lucha contra la tuberculosis es la alta prevalencia de la coinfección tuberculosis/VIH: 15 por ciento de las personas con tuberculosis también viven con VIH. Otros factores que contribuyen a la alta carga de tuberculosis son las condiciones de vida, el acceso limitado a la atención médica y la financiación insuficiente para los programas de control de la tuberculosis.

Entre las condicionantes para el alto impacto de la tuberculosis está la pobreza, la desnutrición y la falta de acceso a servicios de salud de calidad. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al 2021, aproximadamente el 30 por ciento de la población en América Latina carecía de acceso a servicios básicos de salud, lo que impide que las campañas de información y diagnóstico de la enfermedad lleguen a las comunidades más vulnerables.

Otro desafío en la lucha contra la tuberculosis es el incremento de la resistencia de las cepas a los medicamentos. La poca adherencia al tratamiento genera resistencia a los fármacos, lo cual complica su tratamiento y genera mayores costos a la salud pública. En 2022 se registraron 588 nuevos casos resistentes en México.

De acuerdo con cálculos del Fondo Global para la Respuesta al Sida, la Tuberculosis y la Malaria, se necesitan 13 mil millones de dólares anuales para la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la atención de la tuberculosis, a fin de alcanzar el objetivo mundial acordado en la reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la Tuberculosis de 2018. Recordemos que la erradicación de la tuberculosis forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

La tuberculosis es una enfermedad curable y prevenible, pero en América Latina no se ha logrado erradicarla porque los esfuerzos se han menguado al paso del tiempo, no hay una estrategia con acciones sostenibles que garanticen la salud de la población en el mediano plazo.

AIDS Healthcare Foundation (AHF), la organización mundial más grande en la respuesta al VIH y sida, actualmente proporciona atención médica y/o servicios a más de 1.7 millones de personas en 45 países de todo el mundo, entre ellos, Estados Unidos, entidades de África, América Latina y el Caribe, la región de Asia/Pacífico y Europa.


EHR

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