La compra e instalación del aire acondicionado en los hogares se ha disparado, debido a las múltiples olas de calor que se han presentado en los últimos meses. Sin embargo, el uso de este sistema de refrigeración tiene un impacto en el medio ambiente, el consumo de energía y en la salud.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la temperatura máxima promedio del país llegó a los 34.8 grados celsius en junio de 2023, siendo el registro más alto reportado en los últimos años.
Esto ha generado que varias personas busquen la forma de mantener frescos y ventilados sus hogares, provocando consecuencias negativas que pasan inadvertidas con el uso del aire acondicionado. A continuación, te decimos cuáles son esos factores.
¿Por qué el aire acondicionado puede afectar la salud?
Sandra Dorado, coordinadora del área de Enfermedades Respiratorias de Origen Ocupacional y Medioambiental (EROM) de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), explicó que el aire acondicionado deshidrata al desequilibrar los niveles de humedad del ambiente.
La falta de humedad puede perjudicar el buen funcionamiento de varias partes del sistema respiratorio como las fosas nasales y la laringe, provocando congestión nasal, faringitis, rinitis y exponer a los pulmones a un aire seco.
Además, de secar el moco que hay en el epitelio bronquial e inmovilizar el cepillo endógeno del epitelio bronquial, el cual se encarga de eliminar la suciedad y contaminación que se inhala del exterior, provocando que el sistema respiratorio pierda sus defensas.
La experta también indicó que las personas que padecen asma pueden presentar agudos síntomas por el frío y la falta de humedad.
Asimismo, se presentan otras enfermedades como la pulmonar obstructiva crónica que consta de sensibilidad en el bronquio, favoreciendo infecciones respiratorias y empeorando patologías.
Por otro lado, las personas que se encuentran en lugares con aire acondicionado durante largas jornadas pueden tener síntomas de migrañas, cansancio, piel seca, ojo seco, contracciones o contracturas musculares y más, por el aire seco.