La Columba livia, mejor conocida como la paloma doméstica, es un ave europea que fue importada a América en el siglo XVII. Desde entonces, ha vivido por varios siglos en las ciudades y pueblos de México, y ahora es considerada una plaga que afecta la salud y el ambiente.
De acuerdo con el académico de la UNAM, Jorge Schondube, los españoles trajeron esta ave como una especie alimentaria. Sin embargo, la paloma doméstica proliferó tanto que anida en casas, iglesias, edificios y otros espacios públicos, donde varias personas las alimentan.
Y aunque la paloma doméstica no ha reportado efectos negativos en aves nativas, se ha convertido en una especie invasora que ataca, desplaza y come el alimento de las especies nativas, además de comenzar a invadir otros espacios como los campos de cultivo.
“Que ahora también se las vea lejos de ciudades, indica que pueden ser una plaga”, reveló el investigador del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES-UNAM), Jorge Schondube.
Por otro lado, los excrementos de la paloma doméstica en contacto con la lluvia, generan ácidos que corroen y dañan la piedra de iglesias y edificios históricos.
Las palomas se han convertido en un peligro para la salud
La Columba livia es causante de dos enfermedades: La histoplasmosis, asociada a los murciélagos y la clamidia, una infección de transmisión sexual.
El excremento de la paloma tiene un hongo llamado Histoplasma capsulatum, cuando los humanos quitan o limpian los palomares que hay en construcciones, pueden respirar las esporas del hongo y enfermar de histoplasmosis, un problema de salud que puede llegar a ser mortal.
Otro problema de salud que causa la Columba livia es la clamidia, que a pesar de ser una enfermedad de transmisión sexual, la bacteria que causa este problema de salud, se encuentra en el excremento de las palomas.
En caso de contraer clamidia causada por una paloma, el patógeno es la bacteria Chlamydia psittaci y la infección se llama psitacosis. Esta enfermedad no solo afecta a los humanos, sino también a otras aves rapaces como los halcones. Si un halcón caza y come una paloma infectada con clamidia, puede enfermar e incluso morir.
Por eso, el académico de la UNAM, Schondube recomienda dejar de alimentar a las palomas en las zonas urbanas y pueblos. Eso disminuirá su población y reducirá el riesgo de enfermedades como la clamidia y la histoplasmosis.