La aplicación de proteína ósea se ha convertido en una opción innovadora para la regeneración exitosa de huesos de personas que han sufrido una lesión importante en alguna extremidad del cuerpo.
Cuyos resultados se observan casi de forma inmediata en los pacientes que se han animado a someterse a esta opción, dando así un cambio radical en su estado de salud.
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Jonathan Rubén Hernández Molina, ortopedista y traumatólogo, señaló que la proteína morfogenética recombinante humana ósea representa un gran avance para el tratamiento de lesiones en huesos.
Donde dependiendo del caso, hasta se puede dar reversa al pronóstico de una amputación eminente.
“Nos permite manipular la proteína, colocarla en donde existe un defecto óseo o pérdida de hueso y nos permite controlar la cantidad de hueso que se va a formar en esa área”, señaló el especialista.
Se aclaró que este procedimiento es diferente a un injerto óseo, que incluso tiene un mejor resultado. Con ello, se refirió que se tiene un control total sobre la cantidad de masa ósea que se necesita regenerar.
“Esto va más allá de un injerto, esto nos permite a los cirujanos no solamente controlar el estado biomecánico de la fractura, la alineación y la fijación con la placa o tornillos, sino que se controla el proceso biológico de la sanación del hueso, que era algo que no existía”, indicó Hernández Molina.
Esta cirugía es recomendable para mayores de 14 años que tengan pérdidas óseas de gran tamaño a consecuencia de accidentes.
Aunque es un gran avance, actualmente se tienen una serie de limitantes, entre ellos que no se puede intervenir en articulaciones o pacientes con osteoporosis.
En una presentación virtual, el ortopedista dio a conocer el caso de Rubí, quien, a raíz de un accidente de motocicleta, tuvo desprendimiento del peroné y tibia, que a pesar de someterse a 15 cirugías quedó imposibilitada para caminar.
Tras someterse a este tratamiento, donde se logró el reacomodo del tobillo en una posición normal, a las cinco semanas ya pudo caminar sin apoyo alguno.