Con la llegada del horario de verano, muchas personas se han visto inconformes ya que argumentan que hay una gran incomodidad a la hora de dormir, y no es de extrañarse pues esa sensación es conocida como "Jet Lag" o desfase de horario: un problema temporal a la hora de dormir que puede afectar a quienes cambian bruscamente los husos horarios, especialmente durante los viajes a otras ciudades o países.
El horario de verano fue implementado con el objetivo de ahorrar energía para hacer mayor uso de la luz solar incrementando una hora, lo que da como resultado que el amanecer y atardecer sean más tardíos; sin embargo, entre la población hay quienes lo defienden, lo detestan, o les es indiferente.
"A mí personalmente no me gusta, yo soy alguien que le gusta cuidar su cuerpo y con el cambio de horario siento un desbalance, no duermo bien al principio", dijo Martha Godinez, leonesa de tercera edad.
Referente al "Jet Lag", de acuerdo con la Secretaría de Salud Federal, es una descompensación horaria que termina afectando el ritmo cardíaco, generando fatiga, cansancio, confusión, insomnio y problemas del sueño.
Si lo que quieres es recuperar el ciclo del reloj biológico, lo más recomendable es prepararse ante la llegada del cambio durmiendo más temprano, mantener una alimentación e hidratación adecuada y aprovechar lo mejor posible la luz natural para ir acostumbrando al organismo a la nueva luz del día.