La temporada de lluvias es un fenómeno meteorológico que se inicia con la condensación del vapor del agua contenido en las nubes. Esto trae consigo varios beneficios al igual que riesgos como inundaciones, por eso es importante medir la cantidad de lluvia que cae.
¿Cómo se mide la intensidad de la lluvia?
En México, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) utiliza los milímetros para expresar las mediciones de la lluvia.
Un milímetro de precipitación equivale a un litro de agua por metro cuadrado. Esta unidad es clave para entender la intensidad de la lluvia y así, prevenir desastres naturales.
El pluviómetro es uno de los instrumentos más comunes para medir la cantidad de lluvia. Este dispositivo recolecta el agua de lluvia en un contenedor con forma de embudo y, en su versión más sofisticada, llamada pluviómetro de balancín, emplea sensores electrónicos para contabilizar el agua recolectada.
Los datos se recopilan automáticamente en una computadora, que los analiza utilizando un software especializado para ofrecer resultados precisos.
No obstante, no se pueden instalar pluviómetros en todo el país, así que se utilizan métodos matemáticos para estimar la lluvia en áreas más amplias.
También existen otros métodos e instrumentos para medir la lluvia de manera más amplia o global, utilizando radares meteorológicos y satélites.
El primero es instalado en tierra y emite pulsos electromagnéticos que rebotan al chocar con las gotas de agua en las nubes, estimando la cantidad de precipitación.
Mientras que los satélites utilizan sensores térmicos para calcular el espesor de las nubes y la temperatura de sus cimas, permitiendo calcular la precipitación acumulada.
¿Por qué es importante la medición de la lluvia en CdMx y el resto del país?
Medir la lluvia es crucial para continuar con el desarrollo urbano y económico de la población, como la gestión de los recursos hídricos, agua para consumo humano, riego y uso industrial
Por otro lado, la medición de la lluvia ayuda a los agricultores a planificar las siembras y cosechas, para manejar el riego de manera más eficiente.
Además de la prevención de desastres naturales, en caso de que las precipitaciones sean excesivas pueden causar inundaciones y deslizamientos de tierra. Así que medir la lluvia permite emitir alerta temprana para minimizar los daños.