Hace poco más de una semana que despegó Psyche, la misión de la NASA que estudiará un enorme asteroide metálico con forma de patata y una superficie de 165.800 kilómetros cuadrados que orbita alrededor del Sol en la parte exterior del cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter.
Los científicos creen que puede tratarse de los restos (básicamente el núcleo) de un planetesimal, algo así como un intento de planeta que nunca llegó a formarse pero que tiene los componentes básicos de la Tierra y su vecindario.
"Este planetesimal, lo suficientemente grande y masivo como para que el material más pesado se haya acumulado en el centro (núcleo) y el más liviano en el manto y corteza”
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Valor científico
Pues, a día de hoy, su interés es meramente científico y su explotación comercial inviable.
Así lo explicaron a EFE los investigadores Michael Kueppers, de la Agencia Espacial Europea (ESA), y Javier Licandro, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en el archipiélago español de las islas Canarias, quienes recordaron que las muestras traídas desde el espacio son escasas, pero importantes para estudiar nuestro sistema solar y, en definitiva, nuestro planeta.
Estudiar el interior de la Tierra es muy difícil porque está a miles de kilómetros de profundidad, "por eso queremos estudiar Psyche, porque si realmente es un núcleo, sería una oportunidad increíble para analizar el interior de los planetas terrestres", añadió Michael Kueppers (ESA).+
¿Tienen valor comercial?
Se empieza a hablar de minería, aunque "no creo que la intención sea traer metales a la Tierra. No tendría sentido económicamente", advirtió Kueppers, aunque los materiales de dicho asteroide se han valorado en varios trillones de dólares.
"Lanzar un cohete para traer muestras es muy caro. Esas misiones destinan cientos de millones de euros o dólares para traer unos gramos de material" pero tienen un valor científico, hacer lo mismo para traer otros materiales y explotarlos comercialmente, "creo que no sería válido económicamente".
Kueppers cree que en un futuro más cercano sí se recurrirá a la minería espacial para "usar ese material en el espacio mismo, como carburante para cohetes y satélites", por ejemplo. "Sería más para su uso dentro del espacio que para traer a la Tierra, al menos en el plazo medio".
De la misma opinión es Licandro, quien subrayó que "a día de hoy, la minería espacial no es viable" pero en el futuro "usaremos los minerales del espacio sí o sí".
"En el momento que enviemos misiones tripuladas al sistema solar, usar los recursos que encontremos en el sitio o en el camino será absolutamente fundamental", porque "llevarlo todo desde la Tierra es un disparate".
Por tanto, si encontramos asteroides que contengan agua en su estructura y logramos sacarla, "se podrían alimentar los motores de una nave y, evidentemente, también podría servir para el consumo humano en misiones o colonias" como la que la NASA quiere situar en la Luna (programa Artemis).
Lo que para ninguno de estos dos científicos es viable es pensar en la minería espacial para extraer y explotar comercialmente los metales, incluso aunque sean tan escasos, necesarios y difíciles de obtener como las tierras raras que, a día de hoy, son componentes imprescindibles de la tecnología.
CLG