Se estima que en México hay 12 millones de personas con Dermatitis Atópica (DA), de las cuales 75% de los casos graves llegan a presentar al menos una comorbilidad alérgica como la rinitis, asma o alguna alergia alimentaria, entre otros.
La DA, entendida como la condición de una piel que sobrerreacciona a factores externos (agentes químicos, frío, luz solar, viento seco), afecta principalmente a los niños, con una prevalencia de 12% en la población entre los seis meses y seis años de edad.
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica que produce inflamación e irritación en la piel, esto provoca comezón y al rascarse puede generar enrojecimiento, hinchazón, agrietamiento, costras, escamas, entre otras, conforme al Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas de la piel de Estados Unidos.
El asma es una de las condiciones originadas por la IT2 que más aparece en conjunto con la DA; también crónica, está presente en niños y adultos, con ella las vías que llevan el aire a los pulmones se cierran debido a la inflamación.
“Tanto el asma como la DA afectan la calidad de vida del paciente, debido principalmente a las molestias físicas que siente el niño”, explicó la doctora Blanca del Río Navarrete, alergóloga pediatra, pero también altera la dinámica familiar y produce problemas de salud consecuentes a los tratamientos con corticoides sistémicos que requieren los niños con asma grave.
Asimismo, el doctor Víctor González, alergólogo pediatra e inmunólogo clínico, señaló que los pacientes de asma pueden sufrir de trastornos del sueño, salud mental deteriorada, problemas académicos o laborales, entre otras situaciones, por esta enfermedad.