Entre enero y la primera quincena de abril de este año Hidalgo registra 26 casos de Parkinson, de acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud federal.
Al corte de la semana epidemiológica número 14, en Hidalgo hay 16 casos de hombres y diez en mujeres, en la misma semana epidemiológica de 2022 sumaban 25.
De acuerdo con la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Hidalgo el Parkinson afecta principalmente a adultos mayores de 55 años en adelante, también suele presentarse de manera más frecuente en los hombres que en las mujeres.
“El Parkinson es una condición degenerativa, progresiva y crónica del sistema nervioso, el cual causa afecciones neurológicas severas, generando alteraciones en el control y coordinación de los movimientos del cuerpo; así como rigidez muscular”, explicó la coordinadora de Salud Pública del IMSS en el estado, Rocío del Valle Campos.
Esto ocurre, precisó, cuando las neuronas del sistema nervioso, encargadas de producir dopamina detienen su producción y esto termina por desencadenar la enfermedad.
La enfermedad suele comenzar temblores en una mano; así como lentitud en los movimientos, la rigidez y la pérdida del equilibrio cuando la patología es avanzada, a pesar de que el Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían mejorar notablemente los síntomas.
El IMSS Hidalgo precisó que el Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente y se manifiesta por la pérdida de grupos de neuronas en el cerebro, cuyos síntomas pueden ser motores y no motores.
Las personas con esta enfermedad se enfrentan a barreras actitudinales y al entorno físico que se deben a la falta de accesibilidad física en los inmuebles, el mobiliario y el transporte.
El Instituto Mexicano del Seguro Social recomienda para dar un trato digno en la vida de las personas con Parkinson: habilitar un entorno adecuado con suelo antideslizante, barandillas y otros apoyos para la seguridad de movimiento; mantener contacto visual; respetar el turno de la palabra y ser pacientes en la comunicación; repetir el mensaje de manera pausada y las veces que sean necesarias; y ofrecer autonomía mientras sea posible.