Otra muerte por influenza se presenta en Tamaulipas, siendo el segundo deceso de la temporada estacional otoño-invierno y que se registra en diciembre.
En un lapso de quince días, los pacientes diagnosticados con este padecimiento pasaron de 15 a 22 y los sospechosos de 533 a 692, informó la Secretaría de Salud del gobierno federal.
El último reporte corresponde a la semana epidemiológica número 48, es decir, al 3 de diciembre, precisó la dependencia federal, informando de un acumulado de 40 fallecimientos a nivel nacional.
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De dichas defunciones, Zacatecas tiene el mayor número con cinco, Puebla tiene cuatro; Colima, Ciudad de México, Hidalgo, Jalisco y Michoacán registran tres cada uno; Aguascalientes, Baja California y Tamaulipas suman dos.
Con solo una muerte se observa a Baja California Sur, Coahuila, Guerrero, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Veracruz y Yucatán. Hay estados sin ninguna víctima mortal como Campeche, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Estado de México, Morelos, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco y Tlaxcala.
Se trata de una enfermedad contagiosa benigna donde existe la tendencia a confundirla con el resfriado común; es causada por los virus de la influenza (A, B y C).
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El tipo estacional es la presencia de casos durante parte del otoño y en el invierno, siendo un mal que afecta las vías respiratorias superiores, nariz, garganta y los bronquiolos pero, en los casos graves, puede llegar hasta los pulmones.
La mayoría de las personas se pueden recuperar en una o dos semanas sin necesidad de tratamiento médico; sin embargo, la enfermedad puede presentarse en una forma grave en gente con padecimientos crónicos y aquellos atendidos en forma tardía.
La influenza alcanza regularmente su pico máximo en los meses de enero y febrero, e inicia comúnmente en octubre y se extiende hasta marzo del siguiente año.
El virus puede vivir de 2 a 3 días en las superficies como las manos, manijas y barandales, pañuelos desechables y telas; pudiendo contagiar durante ese tiempo. Puede ser destruido por la luz del sol y el jabón.
SJHN