Desde hace una semana, el restaurante de Lerdo “Sabor A Mí”, empezó a implementar el popote biodegradable hecho a base de semilla de aguacate y aunque la inversión es mayor, la encargada Diana Pérez asegura que es necesario asumir una responsabilidad con el medio ambiente.
Mientras que otros restaurantes están de acuerdo con la campaña “Sin Popote” que promueve la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), señalan que aún falta mayor conciencia entre los clientes que continúan pidiendo el popote aunque no se les proporcione con sus bebidas.
La campaña #SinPopote tiene como finalidad difundir información sobre el producto, el consumo que existe en el planeta así como los daños que ocasiona, principalmente a las especies marinas, además los meseros no ofrecerán ni pondrán los popotes a ningún comensal, solamente en caso de que lo soliciten.
Para Adriana Pérez, la decisión de cambiar los popotes convencionales por unos biodegradables es debido a que aún y con la información que tienen en sus mesas, la gente aún los solicita.
El paquete de popotes de semilla de aguacate tiene un costo de 500 pesos y lo adquieren con proveedores de Monterrey, Nuevo León.
Aunque resaltó que aún existen muchos comensales que piden este artículo para sus bebidas, la información que colocan en las mesas ha servido para disminuir esta práctica.
Sin embargo, no todos los establecimientos tienen la posiblidad de invertir en popotes amables con el medio ambiente, pues señalan que son costosos, aunque la campaña es una idea positiva.
Joseline Reuter y Javier García, quienes están al frente del restaurante “Qué Rico y Sabroso”, aunque desconocían sobre la campaña, dieron a conocer que es buena idea, si con ellos van a disminuir los problemas ambientales ocasionados por el plástico, e inclusive dijeron que estarían dispuestos a ponerlo en marcha.
En el establecimiento continúan colocando el popote en bebidas a pesar que no sean solicitados por los clientes, como una práctica común entre este giro de negocios.
Por su parte, Georgina Solorio propietaria del Restaurante “Conchita” dijo que la campaña es positiva y benéfica para el medio ambiente, pero aún falta mucha concientización entre los clientes que acuden a los restaurantes debido a que aún la mayoría continúa solicitando el popote.
Aunque no están adheridos a ninguna cámara, señaló que en su establecimiento ya se puso en marcha esta iniciativa de no proporcionar este artículo hasta que el cliente lo pide.
En cuanto a la adquisición del popote biodegradable, es casi insostenible, principalmente porque el giro de su negocio es de comida económica y los precios son accesibles, por lo cual no podría sostener este costo.
En relación a la campaña puesta en marcha por empresarios restauranteros, la calificó como importante para beneficio del medio ambiente.
“Pero necesitamos más campañas de concientización para que la gente reflexione antes de pedir el popote”.
El Dato."El popote mata"
A través de los volantes de la campaña “#SinPopote, que se proporcionan a los clientes destacan que diariamente se usan 500 millones de popotes en el mundo, se estima que en su vida una persona usa 38 mil popotes, el 90 por ciento de los animales marinos consumen plástico, las moléculas de plástico nunca se degradan.