Trabajadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Conacyt, se plantaron ante la oficina del director general, Enrique Cabrero Mendoza, molestos porque la mañana del martes 27 de noviembre la administración les avisó que conforme a la ley, los empleados de confianza perderían sus prestaciones y beneficios derivados de su antigüedad.
Su protesta obligó a cancelar el acto programado para las 17:00 horas, durante el cual el funcionario compartiría reflexiones finales acerca de su gestión al frente del Conacyt. En vez de ello, se comprometió a procurar algunas reuniones de trabajo para buscar el modo de ayudar a sus empleados antes de dejar su cargo.
La invitación que se hizo circular a medios decía que en el auditorio Eugenio Méndez Docurro, el doctor Cabrero compartiría un mensaje de salida. Pero los hechos fueron muy distintos. Desde poco después de mediodía, cerca de un centenar de trabajadores del Conacyt se instalaron en el acceso al edificio y desplegaron mantas de protesta por lo que les habían anunciado.
“Los trabajadores del CONACYT rechazamos la suspensión de prestaciones establecidas de manera unilateral en las Condiciones Generales de Trabajo por parte del priista Enrique Cabrero Mendoza”, rezaba una de las mantas.
De los gritos al diálogo
Poco después de las 15:00 horas, los organizadores del evento anunciaron que éste se cancelaría. Los murmullos en el exterior del edificio de Insurgentes Sur seguían creciendo de tono.
Cuando alguien comentó que el director general estaba en su oficina, los trabajadores recogieron las mantas y entraron al inmueble, entonando proclamas de protesta. “¡Ca-bre-ro, Ca-bre-ro!”, “¡Devuelvan prestaciones!” y “¡Queremos a Cabrero!” fueron algunas de las consignas que retumbaron en el interior del edificio a medida que la multitud se movió hacia la Dirección General.
El subdirector del Conacyt, Julio Ponce, trató de dialogar con los trabajadores, pero estos exigieron al director general, y al fin lograron su cometido, pero una vez frente al funcionario, le reclamaron a gritos su renuencia a dar la cara.
Las mermas las dicta la ley: Cabrero
“El motivo plenamente justificado de su queja, de su inconformidad, no tiene nada que ver con una decisión que haya tomado el Conacyt”, les dijo Cabrero Mendoza, quien agregó que los gritos no son una vía al diálogo. Y explicó que las medidas no fueron decididas por la dependencia a su cargo. “Es una ley que se aprobó hace algunas semanas; fue aprobada por el Congreso. Fue una iniciativa de ley con la que nosotros nunca estuvimos de acuerdo”.
Varios trabajadores le reclamaron que se les anunciaran las mermas en sus ingresos, que el sindicato estimó en 30 por ciento de sus percepciones, apenas a días de que finalice la gestión. Además, dijeron, ninguna ley se puede establecer de manera retroactiva.
El tema de su queja era la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos, que apareció en el Diario Oficial de la Federación el pasado 5 de noviembre y que formalmente ya está vigente, aunque se ha observado que los salarios de los trabajadores del Estado son parte del presupuesto 2018 y por ello ya están contemplados hasta el cierre de año.
Una trabajadora le preguntó con voz quebrada: “¿Qué vamos a cobrar? ¡Vea nuestros cheques! No cobramos lo mismo que ustedes… Tenemos hasta ganas de llorar de la desesperación de qué vamos a hacer”.
Propuesta de estrategia
Entre el griterío de los trabajadores, Cabrero Mendoza dejó entrever una ruta de acción. “A nosotros como funcionarios nos toca acatar a ley, así estemos totalmente en contra de ella. Ustedes, que son los directamente afectados, tienen todos los derechos para que jurídicamente se defiendan de la aplicación de esta ley. Nosotros no podemos hacerlo por su cuenta; ése es un derecho de los trabajadores”.
Los reclamos no se hicieron esperar. Le exigieron hacer frente al problema por ellos, sus trabajadores, y no dejarlos capear solos el temporal. Después de cruzar unas palabras con el consejero jurídico y con el oficial mayor, Cabrero Mendoza les hizo una oferta.
En esencia, dijo que se reunirían nuevamente con la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República, con la Secretaría del Trabajo e incluso con la comisión de legisladores que promulgaron la ley. Después de eso, la mañana del jueves se reunirán nuevamente con los trabajadores para dar cuenta del resultado de sus gestiones.
“Ahí se les informará cuál fue el espacio de maniobra que tenemos ustedes y nosotros para librar el escollo de la ley”, dijo el titular del Conacyt. “No podemos… violentar la ley. Vamos a tener que tener un respaldo jurídico suficiente si es que nos queremos mover”.
RL