Aproximadamente a 20 años luz de la Tierra se ubican tres estrellas: Alnitak, Alnilam y Mintaka, mismas que por su luminosidad y ubicación en el cielo, han sido tanto puntos de referencia, como objeto de leyendas y mitos a lo largo de la historia de la humanidad.
De hecho, se cree que es ahí —en este grupo de soles alineados— en donde residen los tres Reyes Magos (Melchor, Gaspar y Baltazar), por lo que su presencia en el cielo se asocia con la llegada de los monarcas.
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¿Dónde encontrarlas?
Alineadas perfectamente en el cielo, este trío de cuerpos celestes forma parte de una gran familia: la constelación de Orión, cuyo nombre hace referencia al cazador protagonista de diversos mitos grecorromanos.
Al ser visible en todo el mundo, esta es una de las más conocidas y fáciles de identificar, especialmente durante el invierno en el hemisferio norte, época en la que se le puede apreciar ‘saliendo’ por el este después del atardecer.
De acuerdo con la Administración de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA, sigla en inglés), basta mirar hacia arriba en una noche despejada para apreciar su paso por el firmamento, mismo que marca el camino de los reyes.
¿Por qué se ven mejor en estas fechas?
El cambio de estaciones trae consigo un cambio en las constelaciones, mismas que se desplazan lentamente de este a oeste a medida que la Tierra mantiene su viaje alrededor del Sol.
Dado que el planeta va pasando por diferentes constelaciones, da la sensación de que Orión va avanzando noche a noche por el firmamento, tal como lo hicieron los Reyes Magos al seguir la estrella de Belén.
El destino de los tres Reyes Magos
Asociadas con Melchor, Gaspar y Baltazar, las estrellas – Alnitak, Alnilam y Mintaka– forman el Cinturón de Orión. Sin embargo, ninguna es lo que parece a simple vista: todas resguardan secretos que podrían anticipar el futuro del hogar de los monarcas.
Alnitak (Zeta Orioni)
Pese a que Alnitak (que en árabe significa "el cinturón de al jauza") parece solo un punto brillante en el cielo, esta no es una sola estrella sino un sistema estelar compuesto por tres soles que se encuentran al sur de la formación de Orión.
De acuerdo con James B. Kaler, profesor emérito de Astronomía de la Universidad de Illinois, el sistema se compone por una supergigante azul que está acompañada por otras dos estrellas azuladas y más pequeñas.
Una supergigante azul es una estrella de gran masa, como todo sol eventualmente morirá, pues en algún punto se agotará su combustible. Cuanto esto suceda, el lugar en el que habita el rey mago explotará liberando una enorme cantidad de energía que se refleja en una explosión brillante y superpoderosa.
“Alnitak tiene probablemente sólo unos 6 millones de años (frente a los 4.500 millones de años del Sol) y ya ha empezado a morir, al haber cesado la fusión del hidrógeno en su núcleo. Con el tiempo, la estrella se convertirá en una supergigante roja y, casi con toda seguridad, explotará como supernova, dejando a su compañera en órbita alrededor de una estrella de neutrones caliente que gira como loca”, explica el astrónomo B. Kaler.
Alnilam (Épsilon Orionis)
La estrella Alnilam es la más brillante del cinturón y suele ser relacionada con Gaspar por su posición. El nombre que recibe viene del árabe y significa “hilo de perla”.
Esta es una estrella supergigante del tipo B0 e irradia un color azulado, se calcula que es 40 veces más masivo que el sol. Debido a su tamaño comparte el mismo destino que las de su tipo: envejecer como una supergigante roja y posteriormente morir en forma de supernova.
Mintaka (Delta Orionis)
Asociado con Baltazar, este punto brillante está conformado por tres componentes y cinco estrellas en total: Delta Ori A, Delta Ori B y Delta Ori C.
“Tanto Delta Ori B como Delta Ori C son estrellas individuales y pueden emitir pequeñas cantidades de rayos X. . Delta Ori A, por el contrario, ha sido detectado como una potente fuente de rayos X y es en sí mismo un sistema estelar triple”, explica la NASA.
La mayor parte de estas estrellas se caracterizan por ser masivas, mismas que son relativamente raras y “pueden tener profundos impactos en las galaxias que habitan”.
Esto debido a que son tan brillantes que su radiación expulsa vientos de material estelar que afectan las propiedades químicas y físicas del gas de las galaxias en las que están ubicadas.
“Estos vientos estelares ayudan a determinar el destino de las propias estrellas, que eventualmente explotarán como supernovas y dejarán tras de sí una estrella de neutrones o un agujero negro”, se lee en un artículo de la Administración de Aeronáutica y el Espacio estadunidense.
Hay que tomar en cuenta que, en la vida de una estrella, un tiempo ‘corto’ es de entre 30 millones y cientos de miles de años, por lo que no hay que preocuparse por los Reyes Magos, ya que tendrán hogar por un buen tiempo.
LHM