Extremar precauciones en la manipulación del pollo para cocinarlo, es la medida que se está recomendando, porque existe la posibilidad de que un mal manejo sea un factor de riesgo para el síndrome de Guillain Barré, que está cobrando vidas en México.
Daniel Gregory López Rodríguez, gerente médico de vacunas Sanofi, dijo que en Tlaxcala hay un brote de este padecimiento, del cual Tamaulipas no está exento, pero rechazó que el origen sean las vacunas contra el coronavirus.
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“Del síndrome de Guillain Barré, causas pueden ser muchas, pero las principales básicamente son ocasionadas por infecciones virales o bacterianas, y son más altas las posibilidades de desarrollarse por estos agentes que por las vacunas, eso sí es muy importante destacar”.
Refirió que existe una bacteria de nombre Campylobacter, que se encuentra generalmente en la carne de pollo y es un factor que posiblemente se está relacionando con el síndrome, pero no significa que el consumo de esa carne equivale a contraer la enfermedad. Explicó que la bacteria se muere en la cocción, sin embargo, el peligro es la contaminación cruzada, tras lavar el pollo cerca de otros alimentos que se comen crudos.
Lavado de alimentos
El médico comentó que tienen mucho que ver los hábitos de higiene que se siguen en el lavado de alimentos, pues antes de la pandemia de covid-19 no se aplicaban tan compulsivamente como ahora, y en ocasiones, dijo, termina siendo contraproducente.
“Hoy quieren desinfectar todo, lavar el pollo, cuando el pollo no se debe de lavar porque puede tener una bacteria que se muere con el calor cuando está hirviendo y entonces contamina el área cuando estamos lavando ese pollo, y ahí lavamos lo demás, y esos alimentos, a lo mejor si vas a hacer una ensalada, se pueden contaminar y ya te enfermaste, por ello es necesario extremar precauciones”.
De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, el síndrome de Guillain-Barré es una afección en la que el sistema inmunitario del paciente ataca los nervios periféricos, paralizando los músculos. Pueden verse afectadas personas de todas las edades, pero es más frecuente en adultos y en el sexo masculino.
“Ahora queremos ser tan pulcros y desinfectar todo, que nosotros mismos vamos generando focos de infección que obviamente conlleva a la contaminación de alimentos, en donde ingerimos esas bacterias, esos virus, y de acuerdo a la idiosincrasia de cada persona, tiende a desarrollar ese tipo de complicaciones”, expuso Daniel Gregory López en entrevista telefónica.
SJHN