Saber cómo preparan tu comida te hará sentir mejor

Un estudio concluyó que las personas que saben cómo fue preparada su comida y qué contiene suelen sentirse llenos y mejor, sobre todo en personas que tienen enfermedades digestivas. 

Preparar tu comida con ingredientes saludables puede hacerte sentir mejor.
Editorial Milenio
Barcelona, España /

Recibir educación sobre cómo están elaborados los platos que comemos puede ayudar a crear sensación de saciedad y bienestar en las personas con enfermedades digestivas, según un estudio elaborado conjuntamente por médicos y cocineros.

Digestólogos del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y cocineros del restaurante El Celler de Can Roca, en Gerona, han colaborado en este estudio que demuestra que el proceso educativo sobre la comida podría ser la clave para tratar a los pacientes que tienen sensación de malestar, sin motivo aparente, tras la ingesta de alimentos.

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El experimento consistió en estudiar a un grupo de 12 personas que bebieron el mismo caldo en dos días diferentes, primero sin saber cuál era su contenido y después sabiendo todos sus ingredientes y la forma en que había sido cocinado.

Antes y después de cada ingesta, los voluntarios tenían que rellenar un cuestionario señalando sus grados de saciedad, molestia y dolor abdominal, bienestar digestivo y estado de ánimo.

En todos los casos, los pacientes se sintieron más saciados, con más bienestar y de mejor humor tras la segunda ingesta, sabiendo lo que habían comido.

Además, se hizo el mismo experimento con otro grupo de 12 personas que no recibieron educación en ninguna de las dos ingestas, y que, por lo tanto, tampoco cambiaron sus sensaciones entre una y la otra.

El copropietario de El Celler de Can Roca, Josep Roca, les explicó cómo había sido realizada la sopa: a baja temperatura y con la misma porción de agua que de verdura, y ha detallado todos los ingredientes.

Tras conocer estos datos, ambos invitados reflejaron en sus cuestionarios que no sólo les había sentado mejor que en la primera ingesta, sino que también la habían notado más buena de sabor.

Además, ambos realizaron una prueba en la que ingirieron el contenido de cinco tubos de ensayo con sabores básicos (dulce, salado, umami, ácido y amargo) sin saber cuál era cuál, y reconocieron que era difícil adivinar los sabores.

Mascó consideró que es importante ser consciente de lo que comes y pensar en ello, "ya que estamos acostumbrados a comer rápido y pensando en otras cosas -como el móvil o la televisión- y así la comida no sienta bien".


mrf

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