Controlar diabetes e hipertensión es primordial para prevenir daño renal

Especialista destacó la importancia de prevenir la obesidad, no fumar, moderar la ingesta de medicamentos y evitar un alto consumo de proteínas

En el servicio de nefrología del Hospital de Especialidades del IMSS se atiende anualmente a más de 28 mil personas. (ESPECIAL)
Guadalajara /

La diabetes e hipertensión arterial son causas primordiales de daño renal, señaló el jefe del servicio de nefrología del Hospital de Especialidades (HE), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Benjamín Gómez Navarro.

Expresó que el control de enfermedades crónico degenerativas, como la diabetes y la hipertensión arterial, es fundamental para lograr mantener una buena salud renal; así como mantenerse en buen peso corporal, para prevenir la obesidad y el sobrepeso, no fumar, moderar la ingesta de medicamentos y evitar un alto consumo de proteínas para reducir el riesgo de acumularlas en exceso en la orina (proteinuria), considerada como antesala de la insuficiencia renal.

Aunque se recomienda tomar agua a diario para mantener a los riñones en buenas condiciones, explicó que en exceso puede ser contraproducente, por lo que lo ideal, en personas adultas, es la ingesta de un litro y medio a dos, como máximo, por día.

En el servicio de nefrología del HE se atienden anualmente a más de 28 mil personas por este motivo, en los servicios de consulta externa y hemodiálisis. Añadió que la edad promedio de los pacientes con problema renal, que son trasplantados en el nosocomio, es de 28 años y la de los donadores de alrededor de 35 años de edad.

Gómez Navarro consideró que la enfermedad renal puede prevenirse desde la vida intrauterina, toda vez que la mala nutrición de la madre llega a ocasionar un deficiente desarrollo de las nefronas y riñones en el bebé, lo cual puede conducirle a padecer insuficiencia renal en una edad temprana.

El especialista del IMSS añadió que la enfermedad renal crónica suele ser asintomática, hasta el momento en que el paciente se encuentra en una etapa grave. Algunas manifestaciones iniciales, detalló, son los cambios en la orina, ya sea en la cantidad o en la apariencia, es decir si adopta una coloración más oscura o si se presenta sangrado; asimismo, un dato de la patología puede ser si registra hinchazón en cara, pies o manos por retención de líquidos, además de dolor en un costado, y mal estado de salud en general.

Para la detección de afectación renal es necesario realizar un examen de orina y un análisis de la función renal, además de una toma de presión arterial.

Sobrepeso y obesidad

Para medir si una persona tiene sobrepeso u obesidad se debe dividir el peso entre la estatura al cuadrado, con lo cual se obtiene el Índice de Masa Corporal (IMC). Si este es mayor a 25 indica sobrepeso y si es superior a 30 obesidad. De esta forma, una persona con 80 kilos de peso y 1.70 de estatura (1.70x1.70=2.89), deberá dividir 80 entre 2.89 que da un resultado de 27.68, índice que la ubica en el nivel de sobrepeso.

Mientras tanto, cuando el IMC está entre 30 y 34.9 se trata de obesidad grado uno, entre 35 y 39.99 grado dos, y arriba de 40 grado tres, llamado también obesidad mórbida, detalló la jefa de Área de Nutrición y Salud en Primer Nivel del IMSS, Julia del Carmen Rodríguez García.

La obesidad es el resultado de consumir más calorías de las que se gastan; estas se convierten en tejido graso activo que produce toxinas y ocasionan inflamación crónica en distintos órganos, lo cual da lugar a las alteraciones y trastornos en el funcionamiento del organismo, explicó.

Dicho exceso de tejido graso, con relación al peso de cada persona, generalmente se sitúa más en el abdomen, caderas, muslos o brazos. Los síntomas que se presentan cuando los límites del IMC se han rebasado, señaló la especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) son problemas de autoestima, dificultad para moverse, agacharse, realizar actividades cotidianas, respirar, dolores articulares, problemas para dormir y cansancio crónico.

Indicó que si bien todas las personas son propensas a padecer obesidad, las niñas y niños son la población más vulnerable por estar en una etapa influenciable por la obesidad. Tan sólo en el IMSS, 70 por ciento de los derechohabientes de 20 años y más tienen sobrepeso y obesidad, de los cuales 38.7 por ciento presentan esta última, “es decir, cuatro de cada 10 padecen esta enfermedad”, apuntó.

MC

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