Secuelas postcovid: A pesar de rehabilitación, para José ni la vida ni su deporte favorito es igual

Historia

Dolor, falta de aire, mareos y ansiedad, así describe lo describe José, quien asegura que haberse rehabilitado no es suficiente para volver a su vida normal

Personas han señalado la falta de oxígeno por padecer covid.
Alejandro Reyes
Pachuca /

El covid-19 cambió la vida de José. No es la misma después de que el virus entró en su cuerpo. Le dejó secuelas. Es presa del dolor de espalda con el frío, se sofoca con el deporte que lo apasiona, el basquetbol, tiene mareos repentinos y por las noches sufre ataques de ansiedad.

José tiene 36 años de edad. El covid dañó el 30 por ciento de sus pulmones. Su rehabilitación incluyó ejercicios de respiración y caminar pero no fue suficiente. Dice una vez y lo repite: su resistencia al hacer ejercicio no es la misma.

Antes de la pandemia, desde su etapa como estudiante practicaba el basquetbol, un deporte de alta intensidad. Lo jugaba en equipos, con sus amigos, en el barrio, donde hubiera un balón y una canasta.


Tras superar el virus regresó a las canchas. Hizo lo que siempre había hecho, correr, saltar, recuperar el balón, anotar, pero su cuerpo no le respondió de la misma manera que antes.

“Sientes que no puedes respirar, te cansas demasiado, tres minutos de juego y empecé a sentir que me faltaba el aire, mi corazón se aceleró demasiado”, cuenta José mientras espera la salida de su trabajo en una oficina al sur de Pachuca.

Dice que antes corría hasta una hora seguida para mantenerse bien físicamente y que ahora no hace ni un kilómetro porque siente que se sofoca y le falta la respiración.

“Después del covid ya no tienes la misma resistencia, incluso subir escaleras te cansa”, reconoce el joven, quien dice que tras el virus nada vuelve a ser igual, al menos para él.

José se sincera y asegura que le genera frustración el no poder volver a jugar basquetbol en alta intensidad como en el pasado o salir a correr por largo tiempo para cuidar de su cuerpo.

“Es frustrante porque yo sé que todavía puedo hacer más, tengo energía, quiero seguir jugando basquetbol, tu vida no regresa a ser normal porque te hace falta el aire con el ejercicio”, se lamenta.

Entonces el joven pasa a otra de las secuelas que le dejó el covid: los mareos repentinos. Dice que le suceden cuando está sentado, escribiendo frente a la computadora, viendo la televisión en casa o simplemente cuando camina por las calles. Le viene al cuerpo la sensación de mareo, cree que la tierra está temblando, mira a su alrededor y no es así.

Pero eso no es todo, cuando hace frío el dolor muerde su espalda, es algo que no se le ha quitado tras el virus. Dice que cuando eso pasa se pone al sol y los colmillos del dolor escapan con el calor. No toma pastillas para evitarlo y le sucede por las mañanas.

La ansiedad es otra de las secuelas tras haber enfermado de covid. José cuenta así la manera en que cae en ella: duerme, a la media noche, a veces de madrugada, se despierta, siente que le falta la respiración y lo único que quiere es salir corriendo de casa para tomar aire.

Cuando eso pasa se sienta en la orilla de la cama, su esposa le pregunta qué sucede y comienza a respirar profundo hasta que siente otra vez el aire en sus pulmones. No le ha sucedido una, dos, ni tres veces, le pasa seguido por las noches.

El basquetbol es algo que José no puede dejar. Lo ha practicado desde la secundaria. En su oficina están organizando un equipo y piensa formar parte de él para volver a las canchas a pesar de las secuelas postcovid.

-A ver cómo me va, a ver si no me da un paro respiratorio.

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