Los compuestos fenólicos y antioxidantes obtenidos de semillas del maracuyá, ayudarían a prevenir diversos padecimientos como enfermedades cardiovasculares y degenerativas, según una investigación de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) .
El ingeniero agroindustrial Mauricio Cardona, científico de dicha universidad Sede Palmira, explicó que su investigación consistió en extraer bioactivos de residuos del maracuyá, los cuales poseen potencial para neutralizar radicales libres, moléculas inestables y activas hacia reacciones químicas que generan estrés oxidativo en el organismo humano.
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“En frutas como el maracuyá, gran parte de estas sustancias se quedan en los residuos, a pesar de que estas podrían ayudar a prevenir enfermedades como cáncer, inflamación crónica, degeneración muscular y cardiovascular, además de otras enfermedades degenerativas”, aseguró el especialista en un comunicado.
El trabajo, propuso, puede servir como insumo para introducir bioactivos en alimentos por medio de métodos que optimicen su potencial antioxidante, como la encapsulación.
Para extraer los bioactivos de las semillas, el científico implementó dos metodologías establecidas en el aprovechamiento de los residuos de maracuyá: la extracción, tanto con fluidos supercríticos como asistida por ultrasonido.
Primero se dejaron las semillas en un proceso de secado para después molerlas y llevarlas a un equipo de fluidos supercríticos, en el cual se realiza la extracción a través de dióxido de carbono en estado supercrítico, que arrastra y separa los aceites.
Posteriormente, la harina desengrasada pasa al equipo de extracción asistida por ultrasonido, donde entra en contacto con una mezcla de etanol-agua, que funciona como solvente.
“Cuando la harina desengrasada entra en contacto con el solvente, en el reactor del equipo se introduce una sonda de ultrasonido generando ondas mecánicas de baja frecuencia que favorecen el proceso de extracción de fenoles y antioxidantes”, relató el especialista.
Para poder establecer las condiciones óptimas del proceso de extracción se hicieron alrededor de 40 experimentos, y se elaboraron modelos estadísticos para optimizar la obtención de los compuestos bioactivos.
Según el investigador, las semillas representan entre 6 y 12 por ciento de la masa total de la fruta del maracuyá. “Es un residuo que no se aprovecha de manera correcta; se aplica para abono o para la alimentación de animales, cuando gran parte de los bioactivos de la fruta se encuentran en la semilla”, advirtió.
La investigación de Mauricio Cardona duró más de un año, y por su importancia obtuvo el premio a “Mejor trabajo de grado” de la carrera de Ingeniería Agroindustrial de la U.N. en 2017.
JCH