Es abrumadora la cantidad de datos de la que disponemos hoy en día acerca del orgasmo, pero no es más que la respuesta natural a la excitación sexual, cuando la pareja empieza un escarceo, una relación, un baile que ocurre entre los amantes.
El doctor Silvestre Faya, psicólogo y sexólogo, habló al respecto en entrevista para MILENIO, apuntando que todo lo que va encaminado hacia el coito, como los besos, las caricias o el uso de juguetes sexuales, hace que la tensión sexual llegue a un punto en el que ya sea incontenible.
“Cuando eso ocurre se presenta el orgasmo, que es la liberación de la energía sexual, una sensación con la que se siente que se toca el cielo con los dedos, algunos se convierten en Tarzán, ellas en la mujer mono, gritan, se sienten muy excitados y cuando eso ocurre hay un proceso de vasodilatación, llega mucha sangre a la piel, porque la piel es el órgano sexual más importante que poseemos. Tenemos zonas eróticas que al ser tocadas y estimuladas, presentan una mayor sensación sexual, esas zonas están relacionadas con los pechos, los glúteos, la entrepierna, los genitales, el pene, el introito vaginal y particularmente el clítoris en la mujer, pero puede ser el cuello o alguna otra parte del cuerpo”.
Asegura el doctor Faya que en la actualidad hay muchas personas que se sienten atraídas por los pies de su compañero, pero cualquier parte del cuerpo puede ser excitable.
Excitación pura
Al cuestionarle de qué otra manera se puede llegar al orgasmo sin utilizar las partes íntimas, explicó, “esto es un punto muy importante, porque hay mujeres que alcanzan el orgasmo nada más con la pura excitación de lo que se imaginan que va a ocurrir, el varón tiene la peregrina idea de que si no estimula directamente con su pene es imposible que la mujer alcance el orgasmo y no, el orgasmo lo puede alcanzar con cualquier tipo de estímulo”.
Existen mujeres que por muchas circunstancias cuentan con años sin tener una relación sexual, al preguntarle al doctor Silvestre cómo podrían cumplir esa necesidad respondió, “los juguetes sexuales en la actualidad se han perfeccionado. Es obvio que los juguetes sexuales cumplen con una función de sustitución momentánea o de complementación, pero no van a sustituir de manera completa la relación, quienes estén solos pueden recurrir a la masturbación”.
Actualmente hay juguetes más sofisticados, como los de realidad virtual y ahora se han ido desarrollando cada vez más complementos para experimentar más sensaciones, ante esto el doctor comentó que, “en la película Barbarella, Jane Fonda se relacionaba con una máquina llamada orgasmatrón, bueno, eso ya nos alcanzó".
Realidad virtual
Ahora muchas persona que tienen un nivel económico elevado pueden adquirir esos equipos de realidad virtual y tener relaciones sexuales consigo mismos, a través de una fantasía programada mediante un sistema de videos, incluso hasta con personas que conocen, se pueden tener relaciones sexuales y programar con cualquier modelo o figura iconográfica del presente o del pasado, señaló el sexólogo.
El doctor Faya aseguró que cualquier persona es capaz de llegar a un orgasmo, “cuando Dios hizo al hombre, dicen que tomó tierra o lodo y lo configuró, pero cuando hizo a la mujer ya había hecho al hombre, entonces le salió mejor la mujer, porque con ella ya no cometió los errores que con él. Dios es perfecto y todo lo que hace también lo es, pero podemos decir que todo puede ser llevado a un nivel más elevado de perfección y la mujer es multiorgásmica, no una, todas. Sin embargo nuestra cultura machista canceló la sexualidad a la mujer, se la castró, el varón le impuso a la mujer que se dejara someter por él y por lo tanto el hombre busca su placer”.
También dijo que “Si no tiene esa etiqueta sexual, no es complaciente con ella, no la escucha, hace que muchas veces se quede insatisfecha. Tanto el hombre como la mujer tienen la misma capacidad para alcanzar el orgasmo”. El también psicólogo aclaró que cuando se habla de tipos de orgasmos esto es una falacia, “no es vaginal o clitoriano, el orgasmo es la liberación de la tensión sexual que va en aumento durante el intercurso en la pareja o por la autoestimulación".
Existen personas que son anorgásmicas secundarias, que nada más tienen anorgasmia con una persona, otras que nunca han logrado un orgasmo porque no se han dado la oportunidad de que se les explore, porque en el caso de las mujeres, se les castró su sexualidad desde que eran muy niñas.
En el caso de los hombres que no han tenido un orgasmo, es porque lo confunden con la eyaculación, que es una respuesta fisiológica y el orgasmo es una respuesta piscofisiológica, concluyó.
EGO