La serotonina, también conocida como “la hormona de la felicidad” es un neurotransmisor que nos ayuda a regular el estado de ánimo, así como el apetito y otras funciones cognitivas.
“Hasta un 90 por ciento de la serotonina del cuerpo se produce en el sistema digestivo. La microbiota digestiva está implicada en una parte de su producción, pues algunos microorganismos favorecen la generación de una enzima clave para producirla.
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“Es por ello que tener una microbiota digestiva equilibrada no solo es vital para la prevención de enfermedades metabólicas y crónicas, sino que puede ayudar a optimizar también nuestra salud mental”, explicó Alejandra Romero, especialista en Nutrición.
Existen diversas causas que pueden alterar el microbiota intestinal, desde factores genéticos, la alimentación, el estrés crónico, la falta de sueño y hasta llevar una vida sedentaria, precisó Romero, delegada General de Instituto Danone de México.
La especialista brindó algunos consejos para cuidar de la microbiota digestiva, entre estas, mantener una dieta equilibrada y rica en probióticos.
“Incluir en tu día a día frutas, verduras, legumbres y semillas. Además, es esencial consumir con frecuencia alimentos fermentados, como el yogurt, que contienen microorganismos vivos que pueden ayudar a equilibrar nuestro microbiota y mejorar nuestra salud digestiva”.
De igual manera, la hidratación es esencial para todos los procesos corporales, incluida la digestión.
“Beber al menos dos litros de agua al día ayuda a mantener el equilibrio de los fluidos en el intestino, lo cual es vital para la función digestiva”.
También, es preciso reducir el estrés y practicar actividad física con regularidad que beneficiará la proliferación de bacterias, así como la producción de serotonina.
LP