Simulador de cirugía virtual busca evitar errores humanos

El Centro Médico ABC permite a estudiantes y expertos practicar operaciones con modelos anatómicos que sangran, respiran y hablan como si se tratara de pacientes.

Editorial Milenio
México /

La cirugía virtual y los simuladores permiten aprender a tratar un accidente cerebrovascular o un ataque al corazón, retirar una vesícula o ser partícipe de un parto con complicaciones sin poner en riesgo la vida de los pacientes, aseguró el doctor Octavio Ruiz, especialista del Centro Médico ABC.

Ya sea a través de una computadora o con modelos anatómicos que sangran, respiran y hablan como si se tratara de pacientes de carne y hueso, los simuladores han irrumpido con fuerza en el mundo para ayudar a personal de salud a ensayar técnicas y perfeccionar protocolos antes de aplicarlos sobre pacientes reales.

“Por ejemplo, un estudiante de medicina que en la práctica aún no está listo para atender una cirugía de vesícula, realizar una colposcopia o atender quirúrgicamente un ataque al corazón, puede practicarlo sin miedo a cometer un error”, detalló Ruiz, director del Centro de Educación Médica por Simuladores y Estudios de Liderazgo Médico, en una conferencia de prensa sobre ese proyecto de capacitación.

Situaciones reales

El especialista del Centro Médico ABC señaló que los simuladores pueden ser programados para recrear situaciones reales, como una intoxicación, una convulsión, un ataque cardiaco o alguna otra condición de riesgo por la que pueda pasar un paciente.

“Pero con los simuladores se permite que los médicos o estudiantes de medicina puedan poner en práctica sus destrezas y habilidades sin riesgo de afectar a un ser humano”, explicó.

El objetivo de ese centro educativo es reducir la posibilidad de errores que se pueden cometer durante una intervención quirúrgica y aumentar las posibilidades de supervivencia de los pacientes.

Pero la principal ventaja, subrayó el especialista, es que los simuladores permiten corregir estos fallos sin poner en riesgo ninguna vida.

Así, los médicos pueden recorrer el camino que, por ejemplo, los pilotos profesionales tienen para capacitarse, pues ellos también están muy habituados al uso de simuladores.

“La idea es desarrollar la capacidad de respuesta de los médicos ante situaciones críticas de toma de decisiones para garantizar la seguridad del paciente y liderar equipos”, argumentó Ruiz.

Así, cada vez se ha vuelto más habitual que los estudiantes ensayen sus técnicas con simuladores.

El doctor Ruiz opinó que los médicos experimentados también deberían pasar pruebas de competencia en simuladores con el fin de saber si están capacitados o no para seguir operando.

“Sabemos que con el paso de los años vamos perdiendo ciertas competencias. En el caso de los médicos lo ideal sería que entre los 40 y 50 años hicieran examen cada cinco años, entre los 50 y 60 cada tres; y después de los 60 la prueba debería realizarse anualmente”, señaló el especialista.

Para mexicanos

Desde 2013 el Centro Médico ABC puso ese centro de entrenamiento a disposición de estudiantes, especialistas y comunidad médica con la única condición de que sean mexicanos.

De acuerdo con su director, ese centro ha sido el punto de arranque para impulsar la simulación médica y anualmente recibe a 2 mil 800 médicos del país, quienes pueden practicar en módulos de cirugía virtual para realizar prácticas con casos clínicos simulados en diversas especialidades.

En estos equipos puede simular procedimientos endovasculares desde la zona renal hasta las cerebrales, endoscopias, colposcopia, colonoscopias, fibroscopias y procedimientos quirúrgicos de hombro y rodilla, entre otros para los que se requiere habilidad, precisión y práctica para que una intervención quirúrgica se realice de manera exitosa.

Esta tecnología, recalcó Ruiz, está disponible para cualquier especialista o estudiante de la salud que lo solicite, pues solo se requiere ser mexicano y contar con una identificación oficial que acredite su capacitación en el área médica.

Al final, el centro educativo del ABC persigue un objetivo primordial: “Conocer a fondo todos los elementos que intervienen en situaciones de crisis puede minimizar los posibles errores y así salvar más vidas”, concluyó Ruiz.

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