Luis Roberto Flores, científico mexicano que colabora en el CERN, el Gran Colisionador de Hadrones en Europa, construir un sincrotrón en México, el cual es un acelerador de electrones capaz de generar un haz de luz mil veces más intensa que la solar, abrirá la puerta a investigaciones de frontera que permitirán analizar estructuras en niveles atómicos, no solo en nuestro país sino en el resto de Latinoamérica.
“El objetivo es establecer un centro de desarrollo científico, tecnológico y de innovación para el desarrollo de la investigación en todo México y América Latina”, advirtió el gobernador del estado de Hidalgo, Omar Fayad Meneses.
Agregó que su administración entregó a este proyecto, planteado desde hace tres lustros, “una inversión inicial de 500 millones de pesos que será manejada por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV).
La coordinadora general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), doctora Julia Tagüeña Parga, señaló que el inicio de los trabajos para analizar la viabilidad del sincrotrón transmitió un mensaje de certidumbre en el sentido de que esta es una política científica adecuada, pues nos permite trabajar juntos por una meta en común trae la posibilidad de realizar investigación del más alto nivel y con aplicaciones prácticas para los problemas del país.
Se indicó que este proyecto mexicano estará acompañado por la comunidad de una veintena de sincrotrones en el mundo, como los de Australia y España, cuyos respectivos representantes coincidieron en señalar que este instrumento científico fortalecerá la transformación tecnológica de México.
Caterina Biscari, directora del sincrotrón español ALBA aseguró que ambos desarrollos estarán operando en sincronía, con lo cual se enriquecerá la colaboración científica entre ambos países.
“Estamos hoy aquí para reforzar nuestros lazos de cooperación (…) para darle solución a problemas sociales y para crear un mejor futuro para la sociedad”, dijo Biscari.
Andrew Peele, director del sincrotrón australiano, explicó que su país facilitará al nuestro insumos de investigación, conocimiento y programas para desarrollar la estructura.
La aprobación de este proyecto es un gran logro, de acuerdo con el doctor José Franco ex coordinador del FCCyT e integrante del comité científico del Sincrotrón de Hidalgo junto con otros 20 investigadores, quien afirmó: “se suele pensar que la política y la ciencia son dos mundos diferentes, y lo son, pero se hacen cosas grandes cuando se junta, y el sincrotrón en Hidalgo es un magnífico ejemplo de ello”.
En el mundo existen aproximadamente 50 sincrotrones, cuyo costo unitario ronda los 6 a 8 mil millones de pesos, por lo que la inversión inicial apenas es un primer paso que ayudará a generar grandes innovaciones en materia de biomedicina, alimentación y energía, lo que favorecerá la competitividad de México en el ámbito global.
El director general del Cinvestav, José Mustre de León, destacó los avances registrados, “como próximo usuario y parte de la comunidad científica de México, considero que es realmente histórico el presente suceso, y valoraremos en un futuro el camino que se ha decidido tomar en este lugar”.
Un sincrotrón es una infraestructura científica de uso colectivo que utiliza la generación de un haz de luz 1000 veces más potente que la del Sol, para analizar los elementos y materiales a un nivel atómico, revelando sus propiedades y múltiples aplicaciones en todos los campos de la ciencia. Por lo que se convierte en una herramienta indispensable para científicos de toda la región
Muestra de la repercusión de los más de 50 sincrotrones es la caracterización del virus de la influenza H1N1, también, han sido fundamentales en el diagnóstico precoz del cáncer; en la creación de estructuras biodegradables que ayudan a reparar los huesos, entre otros aspectos.