Don Zenón, de 72 años y originario de San Agustín Metzquititlán, se puso triste cuando le dijeron que salió positivo a la prueba de covid-19. Tras los síntomas aceptó que lo hospitalizaran, lo trasladaron en ambulancia al Hospital de Respuesta Inmediata de Pachuca y lleva ahí cinco días.
Yesenia Barrera, su hija, de 41 años y tres hijos, cuenta que su padre comenzó con una gripe, temperatura, diarrea, dolor de huesos y dejó de tener apetito. Lo llevaron al Centro de Salud de San Agustín Metzquititlán, le hicieron la prueba de antígeno y resultó positiva.
“Casi no saturaba en su oxigenación y por eso decidieron trasladarlo aquí al hospital inflable de Pachuca el mismo día que le hicieron la prueba el 7 de enero”, cuenta afuera del hospital tras la videollamada que hace unos minutos sostuvo con su padre.
Yesenia dice que desde que su papá está hospitalizado el médico que lo atiende le llama por teléfono a diario para darle el avance en su estado de salud y asegura que hasta el momento le ha dado buenas noticias.
-Está respondiendo bien a su tratamiento-, cuenta.
-¿Cómo está su saturación de oxígeno?
-Cada día mejora y usa menos el tanque de oxígeno.
-¿Cómo se sentía su papá cuando tenía los síntomas de covid?
-Pensábamos que era una gripe normal.
-¿Y qué dijo cuando dio positivo?
-Pues se puso triste, yo creo que entró en depresión porque ya no pudo ni hablar y aceptó ingresar al hospital.
Yesenia dice que en las videollamadas que permite el hospital entre pacientes y familiares su papá se ve bien, sin embargo, considera que ha perdido la noción del tiempo por los días que lleva ahí.
“Me saluda, sí me reconoce, me dice que ya quiere verme, que ya entre a verlo, que pida permiso pero pues no se puede”, cuenta primero con una sonrisa que se apaga en la parte que en la que no puede entrar a ver a su papá.
Yesenia le dice a su padre, en las videollamadas, que le eche muchas ganas, que está en el hospital y que lo esperan afuera. Este miércoles por la madrugada don Zenón pasó frío tras las bajas temperaturas de la ciudad.
Don Zenón tiene tres hijos, dos mujeres y un hombre, dos viven en San Agustín Metzquititlán y Yesenia en Pachuca, quien acude al hospital a las videollamadas a las que su papá tiene acceso.
Yesenia se siente triste al saber que su papá está en el hospital contagiado de covid. Asegura que a nadie le gusta tener a un familiar hospitalizado y menos por covid-19. Su padre no está infectado de la variante ómicron.
“Estoy con miedo, con mucho miedo al contagio, yo estuve cerca de mi papá en el Centro de Salud cuando lo atendieron, no me he hecho la prueba, no sé si estoy contagiada o no, no tengo síntomas y tengo contacto con mis hijos, tenemos temor que nos lleguemos a contagiar”, se sincera la mujer.
Aún no sabe cuándo darán de alta a su papá. Dice que los médicos le han comentado que deben ser de diez a 15 días de observación. Le quedan diez días más en el hospital.
-¿Cuándo fue la última vez que habló con él por videollamada?
-Hace como diez minutos hice la videollamada de hoy y lo vi contento.
-¿Y qué le dijo su papá?
-Me dice que pasó frío, que se siente bien, que ya se quiere ir, que entre a verlo, que me quiere ver.
Antes de que Yesenia terminara la videollamada le pidió a su papá que le regalara una sonrisa. Él, acostado en la cama, con bata, dentro del hospital inflable, hizo algunas bromas y sonrió a su hija tras la pantalla de la tableta.