Sismos en Japón: cuál es la probabilidad de que México experimente terremotos tan intensos

De acuerdo con los datos del Servicio Sismológico Nacional (SSN) en 1787 se registró el sismo de tal magnitud que provocó un tsunami

México es el primer país del mundo en medir rotación del fondo oceánico por sismos | Especial
Lizeth Hernández
Ciudad de México /

Japón recibió el año nuevo con un sismo de magnitud 7.6 que ocasionó la muerte de al menos 48 personas así como múltiples estragos estructurales y la activación de la alerta de tsunamis.

No es la primera vez que la isla es azotada por estos fenómenos naturales, de hecho, el escenario de este 2024 fue un atisbo de lo vivido trece años antes, el 11 de marzo de 2011, cuando el país experimentó un desastre natural que quedó marcado por la tierra y el mar. 



Fue ese día que un terremoto de magnitud 9.1 sacudió la isla y creó un maremoto que no sólo inundó la costa nipona, sino que terminó golpeando la planta de energía nuclear de Fukushima provocando así que se liberara radiación en la zona.

Tras diversas investigaciones se detectó que dicho sismo fue producto del desplazamiento de placas en subducción, (en específico, la del Pacífico y la de Norteamérica) mismas que se encuentran en diversos puntos del mundo y que se caracterizan por ocasionar grandes terremotos (como el de Valdivia, Chile, en 1960).  

Así como Japón, México también se encuentra en zonas de subducción, por lo que se abre la pregunta sobre si el país podría experimentar sismos como los que ha vivido el país nipón.

  ¿En México puede haber un sismo como el de magnitud 9 que vivió Japón en 2011?

En el caso del territorio mexicano, son las placas de Rivera y Cocos las que se encuentran en subducción con la de Norteamérica.

De acuerdo con la información del Servicio Sismológico Nacional (SSN) algunos de los grandes sismos que se han registrado en el país tienen su origen en este lugar, tal es el caso del terremoto que ocurrió en 1932 ( 8.2) y el que se vivió el 19 de septiembre de 1985 (8.1). 

Según la información del SSN, para que pueda ocurrir un sismo de magnitud 9.0, se tendría que dar una ruptura de ~1,200 km en la zona de subducción de México, esto implicaría el rompimiento de toda el área de la placa de Cocos que se encuentra subduciendo bajo la placa de Norteamérica.

En una entrevista para MILENIO, el Doctor en Ciencias y jefe del grupo de análisis e interpretación de datos del SSN, Víctor Hugo Espíndola Castro, aseguró que si bien no es imposible que ocurra algo así (pues las condiciones para que suceda existen), lo cierto es que la probabilidad es muy baja.

Respecto a los tsunamis (es decir, una serie de ondas oceánicas de gran energía causadas por perturbaciones sísmicas bajo el mar) lo cierto es que si bien no son comunes, el territorio mexicano no está exento de experimentarlos. 

Uno de los más intensos quedó asentado en documentos históricos y ocurrió en 1787, luego de que un terremoto de magnitud 8.6 en las costas de Guerrero y Oaxaca desencadenó la ‘furia’ del mar. Esto de acuerdo con una investigación publicada en la revista Nature–Scientific Reports

¿Cuál es la magnitud máxima que se espera en México? 

Para responder a la pregunta sería necesario conocer todos los sismos que han tenido lugar en la zona de subducción, según señala el SSN.  

“Esto permitiría conocer cómo se comporta el sistema y establecer esa magnitud máxima. Sin embargo, lo que se conoce se limita a 225 años lo cual en términos geológicos es muy poco”, se lee en el documento Zona de subducción mexicana y su potencial para un sismo mayor.

Y es que, para tener más detalles al respecto se requiere un estudio de paleosismología, mismo que tendría que ser aplicado a lo largo de toda la costa mexicana, según lo señalado por los expertos. 

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En tanto, a partir de recuentos históricos y de estudios de paleosismología, se sabe que el sismo de 1787, cuya magnitud se ha estimado hasta de 8.6, lo que lo convertiría en el de mayor intensidad del que se tienen indicios.

Esto señalaría que existe la posibilidad de que una magnitud como esta se pudiera volver a presentar nuevamente, aunque no en un tiempo cercano.  

Para ejemplificar lo señalado, el SSN  retomó lo ocurrido en 2011, fuera de tierras mexicanas, cuando Japón experimentó un terremoto de 9.1, de acuerdo con investigaciones, un evento similar ya había ocurrido en la región, solo que muchos años atrás.

“Un ejemplo obvio es el sismo de Japón, cuyo tiempo de recurrencia; es decir, el tiempo que tarda en volverse a presentar un sismo similar, fue de mil años. Si tomamos en cuenta los 225 años de historia sísmica que conocemos para México, se limitaría la magnitud a 8.6. Sin embargo, no sabemos si hubo algo mayor tiempo atrás”, se lee.  

Cabe recalcar que si bien se puede tomar en cuenta la probabilidad de que un terremoto de cierta magnitud vuelva a ocurrir, esto no quiere decir que los terremotos se puedan prever o predecir, como destaca el SSN.  

​LHM


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