Las carpetas de investigación por el delito de extorsión en el estado de Guanajuato tuvieron un incremento del 983 por ciento durante el primer semestre de 2021, en comparación al mismo periodo del año anterior. La entidad pasó de registrar siete denuncias por este delito de enero a junio de 2020 a 79 en el mismo periodo de este año.
La tasa de incidencia por este delito es de 1.30 víctimas por cada 100 mil habitantes, lo que coloca al estado en el lugar número 21 a nivel nacional, los primeros lugares los ocupan Zacatecas con 13.14 víctimas por cada 100 mil habitantes, Colima con 8.67 y Veracruz con 4.73.
"A pesar de este aumento, Guanajuato se posiciona en el lugar número 21 y estamos por debajo de la media nacional, es decir que la incidencia en otros estados es mucho mayor que en el estado de Guanajuato, es de llamar mucho la atención este incremento importante que tenemos”, explica Raúl Calvillo del Observatorio Irapuato.
En la entidad, de los 46 municipios fueron tres los que acumularon una mayor tasa de incidencia por este delito: Victoria, Tarandacuao y Dolores Hidalgo, mientras que los municipios de mayor población como León se ubicó en el lugar 23 e Irapuato en el sitio número 15.
Existen varias modalidades de extorsión, un ejemplo es la telefónica que a nivel nacional se opera desde penales como Santa Martha Acatitla o el Reclusorio Norte, se debe a que los reclusos logran introducir aparatos telefónicos a las cárceles y que los inhibidores de señal no funcionen óptimamente.
Otro es la extorsión por cobro de piso, donde los grupos delincuenciales amenazan la vida y patrimonio de locatarios, vendedores y empresarios a micro y gran escala por un pago a cambio de dejarlos trabajar, esta última corresponde a las fiscalías locales y tiene un efecto directo para la atracción de inversiones, explicó Arturo Luján, director estatal del Fideicomiso Para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (FICOSEC).
"Hay dos delitos que si empiezan a suceder, los gobierno o van a contar con los empresarios; El secuestro y la extorsión entendida como el cobro de piso, porque le pegan muchísimo al ambiente de negocios, es el mayor espantapájaros de inversiones”, explicó el experto Arturo Luján.
El artículo 390 del Código, califica a la extorsión como delito de alto impacto, establece que la comete quien “quien sin derecho obligue a otro a dar, hacer, dejar de hacer o tolerar algo, para obtener un lucro para sí o para otro, o causando a alguien un perjuicio patrimonial…”.
Las penas por la comisión de este delito van de dos a ocho años de prisión y de cuarenta a ciento sesenta días de multa.