Luis M. Farías: entre Echeverría, la IP y el deseo personal

Historia

El 5 de junio de 1971, a dos días de cumplir 51 años, don Luis M. Farías recibió la encomienda del presidente Luis Echeverría Álvarez de sustituir al gobernador Eduardo A. Elizondo, quien renunció a su cargo.

Luis Echeverría (izq.) designó a Luis M. Farías (der.) para completar el sexenio de Eduardo A. Elizondo. Archivo
Héctor Benavides
Monterrey /

El 5 de junio de 1971, a dos días de cumplir 51 años, don Luis M. Farías recibió la encomienda del presidente Luis Echeverría Álvarez de sustituir al gobernador Eduardo A. Elizondo, quien renunció a su cargo.

Como gobernador sustituto, su primera tarea fue la de buscar la conciliación entre el presidente Echeverría y los empresarios de Monterrey, confrontados por la ley que otorgaba la autonomía a la Universidad de Nuevo León.

A cinco días de haber asumido, se dio la represión estudiantil conocida como la matanza del 10 de junio, Jueves de Corpus, en la Ciudad de México. Los Halcones disolvieron una manifestación pacífica, dejando un saldo de 120 muertos, según la prensa de la época.

La marcha ya había sido cancelada desde un día antes, pero reventadores lo ignoraron y el presidente Echeverría, usando sus mismas palabras –quiso de esa manera “darles una caladita a los estudiantes”- y enviar otro mensaje a los empresarios de Monterrey.

De todos fue conocido que don Luis aspiraba a la gubernatura de seis años, por lo que se le atribuye haber dicho entre amigos: “…Yo quiero un pastel de seis rebanadas, no de tres”.

En diciembre de 1978 , en sus oficinas del periódico El Nacional, en la Ciudad de México lo entrevisté:  

¿Qué opina de don Alfonso Martínez Domínguez, candidato a la gubernatura para el periodo 1979–1985?

Martínez Domínguez es un hombre muy activo, es un hombre con energía, con carácter, tiene una virtud: escucha.

Se habla de tres corrientes políticas en Nuevo León: la de usted, la del licenciado Eduardo A. Elizondo y la de don Alfonso…

Evidentemente cada uno que ha figurado en la política tiene un grupo de amigos, pero eso no quiere decir que vaya a dividirse el partido. Todos a la hora que se toma una resolución, sumamos nuestra fuerza.

Recientemente leí un texto de Luis Farías Mackey, hijo de don Luis, en donde señalaba: “Luis Echeverría descabezó a Eduardo Elizondo, el mismo día que descarriló la carrera política de mi padre en Nuevo León, en una apuesta de que terminase achicharrado por el fuego universitario atizado desde la Federación o, al menos permitido, y cerrándole el camino a una gubernatura de seis años”.

Don Luis M. Farías regresó en 1985 para ser alcalde de Monterrey y vivió años difíciles en un país afectado por un terremoto y una inflación galopante en el último tercio de Miguel de la Madrid.

Eran otros tiempos. Eran otros los que hacían política.