Pide PRI a Profeco poner lupa a útiles escolares

Exhorta a cerciorarse que ninguna institución condicione el servicio por cargos extras y excesivos.

Álvaro Ibarra, coordinador del PRI en NL. Foto: Especial
Kevin Recio
Monterrey /

Aunque hasta el momento no se define si el regreso a clases será en línea, presencial o en modalidad híbrida, el coordinador del PRI en el Congreso local, Álvaro Ibarra Hinojosa, envió un exhorto a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Nuevo León, a fin de que inicie con los operativos de verificación para evitar abusos en venta de uniformes, útiles escolares, computadoras y tabletas electrónicas.

Ibarra Hinojosa explicó que, aunque se tiene contemplado que el próximo ciclo escolar 2021-2022 inicie el 30 de agosto, hay padres de familia que realizan las compras del material educativo con anticipación para administrar los gastos de casa.

“Padres de familia me han buscado para manifestar su preocupación por los precios de los paquetes de útiles escolares, libros, uniformes, colegiaturas y hasta cuotas deportivas y por uso de laboratorios,

“Por eso es urgente que la Profeco inicie con los operativos de verificación de precios y una campaña de orientación para que mamás y papás puedan comprar artículos de calidad y económicos, y que no haya cobros excesivos en los colegios”, explicó el priísta.

Es necesario que Profeco, añadió, emprenda una campaña de orientación para la compra de dispositivos electrónicos, que son indispensables para que los estudiantes de cualquier nivel puedan seguir las clases en línea.

“Los padres requieren orientación técnica y económica de la Profeco que les permita hacer comparativos y ver opciones para adquirir los artículos adecuados, funcionales y con garantía, porque no es cualquier compra”, sostuvo.

También realizó un llamado a los colegios particulares para que consideren el esfuerzo de los padres de familia, que siguen enfrentando la crisis económica que ha traído consigo la pandemia, por lo que “deben ser prudentes en el cobro de colegiaturas, venta de uniformes, cuotas deportivas y otros rubros”.

“Hay que ponerse en los zapatos de los padres de familia, por lo que hacemos un respetuoso llamado a los colegios privados para que reconsideren montos de inscripciones y colegiaturas, y que no condicionen el servicio a cobros extras”, finalizó.