Mario Alberto Valdez Díaz, de 23 años, que al igual que Javier Eduardo de la Fuente Rodríguez, los dos vecinos de colonias populares, también fue registrado como socio de la empresa fantasma Grupo Brandon SA de CV, firma que surtió miles de toneladas de leche en polvo de mala calidad al gobierno de Venezuela, ha experimentado una pesadilla durante tres años para encontrar trabajo.
Ante ello Valdez Díaz solicitó a la Secretaría de Hacienda que descongele su nombre en las instituciones bancarias para poder encontrar empleo y mantener a su bebé de 2 años.
Mario Alberto y su madre Claudia Verónica, acudieron a MILENIO para narrar su historia y la problemática que enfrenta desde hace tres años e informar que hoy presentarán una denuncia ante la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica del Estado, aunque ya la presentaron en abril pasado ante el Centro de Orientación y Denuncia en el municipio de Guadalupe, por robo de identidad.
"Tengo un niño de dos años y me he amparado mucho con mi mamá, que es la que me ha sacado adelante por así decirlo. Lo único fue encontrar trabajo como repartidor, pero realmente no es un sueldo que digan que va a sustentar a una familia, ahorita me pagan con tarjeta de banco independiente, más que nada el no poder encontrar trabajo es frustrante y la cuestión económica.
"Que me liberen (Hacienda) aunque sea de una tarjeta para poder trabajar y darle el futuro de mi hijo que se merece, que como repartidor es muy poco la verdad, uno tiene que hacer su lucha, estar de 9 a 10 horas en el sol para sacar 600 ó 700 pesos", dijo Valdez Díaz.
Ayer MILENIO publicó la historia de Eduardo de la Fuente Rodríguez, quien aparece como socio en la empresa fantasma que surtió leche de mala calidad y a sobreprecio a las tiendas oficiales del gobierno de Venezuela.
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De la Fuente Rodríguez hizo un llamado a la Secretaría de Hacienda para desbloquear las cuentas ya que le genera problemas para tramitar algún crédito o tarjeta bancaria.
Por su parte, tras no encontrar trabajo, Mario Alberto, vecino de la colonia Punta Esmeralda Sur, en Juárez, le dijo a su madre que la ayudara a juntar dinero para comprar una motocicleta y dedicarse a la entrega de comida rápida a través de una aplicación digital.
"Yo estudiaba Enfermería, de hecho me salí de mi carrera para empezar a solventar los gastos de mi hijo, yo entré al Seven y se me abrió una oportunidad con buen sueldo, supuestamente, y trabajé una semana.
"Me dijeron que había un problema porque ningún banco (dejaba depositar) y no podían hacer un cheque a mi nombre porque me decían que rebotaba, total ahí se quedó mi sueldo de 15 días", relató el joven.