Tres astronautas —una estadunidense, un canadiense y un ruso— despegaron desde la base de Baikonur (Kazajistán) rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS) a bordo de un cohete Soyuz, en la primera misión tripulada desde el fallido lanzamiento de octubre.
Nueve minutos después del lanzamiento, "la cápsula Soyuz MS-11 se despegó con éxito de la tercera etapa y continuó su vuelo de forma autónoma hacia la Estación Espacial Internacional", anunció la agencia espacial rusa Roscosmos en un comunicado.
El ruso Oleg Kononenko, la estadunidense Anne McClain y el canadiense David Saint-Jacques despegaron a bordo de Soyuz para cumplir una misión de seis meses y medio en órbita alrededor de la Tierra. El despegue era muy esperado, ya que se trata del primero que se produce tras el fracasado intento del 11 de octubre.
"¡La expedición 58 se encuentra en órbita! Muestro mi reconocimiento al director general Dimitri Rogozin y a todos los equipos de la NASA y de Roscosmos por sus esfuerzos para lograr que este vuelo resulte un éxito", afirmó en Twitter Jim Bridenstine, el administrador general de la NASA.
"Confianza"
Los astronautas Kononenko, McClain y Saint-Jacques se mostraron sonrientes durante su entrada a la cápsula del Soyuz, justo antes del lanzamiento, según las imágenes de NASA TV.
Los tres astronautas habían asegurado que estaban "preparados" y tenían "confianza" en el éxito del despegue. "El riesgo forma parte de nuestro oficio", afirmó el comandante Kononenko, de 54 años, que lleva tres vuelos espaciales a sus espaldas.
El pasado 11 de octubre, el lanzamiento del cohete Soyuz, que tenía que llevar a dos astronautas a la ISS, resultó un fracaso. Dos minutos después del despegue, uno de los propulsores de la primera etapa del cohete se despegó y golpeó la segunda etapa, compuesta esencialmente de carburante.
Este fallo provocó la eyección automática de la parte donde se hallaba la cápsula con los dos hombres, que pudieron volver sanos y salvos a tierra. Pero este accidente, el primero en la Rusia postsoviética, cuestionó el programa Soyuz.
Tras su llegada a la Estación Espacial, los astronautas afrontarán varias misiones, por ejemplo, hacer una exploración del agujero descubierto en agosto en una de las naves Soyuz amarradas a la ISS.
También participarán en un estudio sobre gusanos minúsculos para examinar la pérdida de la musculatura que afecta a los astronautas en el espacio. Este estudio tiene como objetivo permitir una mejor comprensión de la atrofia que sufren los músculos con el envejecimiento.
Un sistema "muy seguro"
Tras el fallido lanzamiento de octubre, los astronautas "volvieron a la Tierra sanos y salvos. En cierta forma, este episodio me tranquiliza respecto a la inteligencia del Soyuz y el trabajo increíble del equipo de investigación aquí en la Tierra", explicó Saint-Jacques, de 48 años.
Unas semanas después del accidente, la comisión de investigación concluyó que hubo una "deformación" de un sensor durante el ensamblaje del cohete Soyuz en Baikonur.
El fracaso en este lanzamiento reflejó las dificultades de la industria espacial rusa. La construcción del nuevo cosmódromo de Vostoshny estuvo marcada por numerosos casos de corrupción y el tribunal de cuentas ruso acusó a finales de noviembre a Roscosmos por la desaparición de varios centenares de miles de millones de rublos "robados".
El programa ruso Soyuz es la única manera de llegar hasta la ISS, después de que Estados Unidos se retirara de la carrera espacial en 2011.
La ISS orbita alrededor de la Tierra a 28 mil kilómetros por hora desde 1998.
RL