Subastan rocas lunares en 855 mil dólares

Luna

Las piedras lunares se obtuvieron durante la misión rusa no tripulada Luna-16, que volvió del espacio en 1970.

Las rocas fueron conseguidas por los rusos en una misión de 1970. (Reuters)
Editorial Milenio
Nueva York /

Más de 850 mil dólares se pagaron por las únicas rocas lunares de procedencia documentada aún en manos privadas, que salieron a la venta en una subasta de artículos espaciales celebrada en la sede neoyorquina de Sotheby's.

El evento tuvo lugar un mes antes de que se cumpla el 50 aniversario de la misión Apolo 8, la primera en orbitar la Luna, un momento que aprovechó la casa de subastas para ofrecer cerca de 300 objetos de coleccionista relacionados con misiones cósmicas.

Las rocas lunares, cuyo valor se había situado entre 700 mil y 1 millón de dólares, alcanzaron rápidamente su valor mínimo, por el que se golpeó el martillo, que llegó a los 855 mil dólares tras sumársele las tasas y comisiones.

Se trata de tres pequeñas piedras lunares que se obtuvieron durante la misión rusa no tripulada Luna-16, que volvió del espacio en 1970, y que también son las primeras muestras que se recogieron del satélite de forma automatizada.

El preciado objeto está encapsulado dentro de una pequeña caja metálica de 5 centímetros cuadrados, que en su parte frontal cuenta con un cristal y una potente lupa que se desliza sobre el mismo para poder observar en detalle los minúsculos ejemplares.

Las piezas fueron propiedad inicialmente de Nina Ivanovna Koroleva, viuda del principal creador y director del programa espacial soviético, Sergei Pavlovich Korolev, que las recibió como un regalo de la URSS en reconocimiento por la contribución de su marido fallecido.

Se vendieron después en 1993 en una subasta de Sotheby's, lo que marcó la primera vez en la historia que se ofertaba al público un artículo extraterrestre, tras lo que se han intentado vender otras muestras lunares en numerosas ocasiones, aunque según la casa de subastas en la mayoría de casos eran falsas o robadas.

"Los ejemplares lunares auténticos disponibles para la compra del público pueden calificarse de extremadamente raros", explica en un comunicado Sotheby's, que señala que la mayoría de ellos son propiedad de los países o entidades que los recogen.

Además, los pocos que han sido obsequiados están sujetos, en buena parte del mundo, a leyes que prohíben que regalos públicos pasen a manos de individuos.

"Por lo tanto, este es el único ejemplar lunar documentado que fue entregado como un obsequio a un individuo privado", detalla Sotheby's.



RL

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