Con información del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), se sabe que en México, el cáncer de próstata es el más mortífero entre los hombres, con casi 10 muertes por cada 100 mil mexicanos; el mismo comportamiento se observa en América Latina, la cual registra 413 mil nuevos casos y 85 mil muertes cada año.
La molestia de orinar a cada instante, incluso durante la noche, sin ardor y sin ningún tipo de síntoma adicional, llevó al señor Martín Carlos Abaunza Gómez, de 74 años, acudir a su médico y formar parte de los pocos mexicanos que logran detectar a tiempo el cáncer de próstata.
Cuando el médico del Instituto Mexicano del Seguro Social(IMSS) supo que el padre de Abaunza Gómez falleció de cáncer de próstata, a los 92 años, de inmediato le efectuó diversos estudios, entre estos la prueba de antígeno prostático (basado en una muestra de sangre), que detectó la presencia de células cancerígenas.
Luego remitió al paciente al Hospital de Oncología, del Centro Médico Nacional Siglo XXI donde le efectuaron una intervención quirúrgica, en septiembre del 2021, y hasta la fecha se mantiene en remisión, es decir, sin actividad de cáncer, bajo control.
“Se realizó su estudio de control, que es el antígeno prostático, el 7 de septiembre y en el resultado estamos viendo (una medición) de 0.06, y eso significa que el cáncer sigue en remisión. No hay datos de que haya regresado el cáncer; prácticamente, con la cirugía, estamos pensando que tuvo un fin curativo. Llevamos un año de que no ha regresado el cáncer y es una excelente noticia”, explicó al paciente, el urólogo adscrito al Hospital de Oncología, del CMNSXXI, Seiichi Fuziwara Ruiz.
“Yo espero que siga así”, respondió Abaunza Gómez al especialista, quien le conformo que debe regresar a los tres meses al hospital con nuevos estudios de antígeno, hasta librar la barrera de los cinco años, que es cuando podría levantar la mano de que venció en esta lucha totalmente al cáncer.
Sin bien Abaunza Gómez acudió al médico en un periodo aun curativo, en México dicha neoplasia se ha convertido en la principal causa de muerte entre varones debido a que llegan en estadios avanzados, cuando ya se diseminó a otros órganos del cuerpo y a los huesos, resulta imposible curar y muchas veces los pacientes sufren de intenso dolor, secuelas adversas..
“Se presenta, anualmente, alrededor de 27 mil pacientes nuevos”, explicó Fuziwara Ruiz, “en 2013 había 35 hombres por 100 mil habitantes, en el 2020 son alrededor de 42 hombres por cada 100 mil. Ha habido un incremento por la detección; sin embargo, sigue siendo la causa principal de muerte, al año fallecen alrededor de 7 mil hombres por cáncer de próstata a nivel nacional”.
El cáncer de próstata forma parte, explicó el urólogo en entrevista con Milenio, de las neoplasias malignas que se originan en la glándula prostática: un órgano que tenemos los hombres y se ubica entre la vejiga y la uretra.
Suele aparecer, en las primeras etapas, sin síntomas después de los 50 años, aunque hay casos de varones de 45 años con antecedentes heredo-familiar, o factores riesgo para cursar con cáncer de próstata, por lo que es esencial, efectuarse estudios regulares de antígeno prostático y también de revisión tacto rectal que dura segundos.
“Generalmente detectamos cáncer con el antígeno prostático en las etapas primarias, porque no hay tumor palpable. Sin embargo, un tacto rectal en médicos experimentados permite detectar a tiempo a un 20 por ciento de los pacientes”, dijo.
En problema es cuando se presentan síntomas: dolor óseo; puede haber sangrado al orinar” así como cansancio y problemas con efectuar actividades comunes. Aquí el cáncer está más avanzado.
“En etapas avanzadas, el cáncer de próstata ya no es curable”, explicó tras aclarar que la ciencia ha permitido el desarrollo de moléculas con la que los pacientes en etapas avanzadas pueden vivir varios años.
Pero lo ideal es que todo el tratamiento inicial se concentre en librarlo de dicha neoplasia maligna, con una detección temprana.
Septiembre, dijo, es el mes mundial para visibilizar y aumentar el conocimiento de dicha patología, inclusive para empoderar a los varones de hacerse estudios de antígeno y de exploración -como sucede ya con las mujeres con las mastografías y Papanicolau- para detectar a tiempo y no, como sucede, cuando ya hay sintomatología.
En el en el Hospital de Oncología, del CMNSXXI, se otorgan hasta 20 mil consultas al año de urología y de estos, unos 3 mil 500 están vinculados con cáncer de próstata.
“Por ser un Hospital de Tercer Nivel, más de un 60 por ciento de los pacientes ya llegan en etapas tardías y aproximadamente un 30 por ciento llegan en etapas tempranas”, dijo tras referir que cada paciente es clasificado de acuerdo con el riesgo, medio, bajo o alto.
Factores genéticos o familiares
Con este tipo de cáncer “los factores genéticos son los más importantes, es decir, la carga familiar puede aumentar las posibilidades de riesgo de 5 a un 9 por ciento y puede presentarse de manera más temprana.
“El hecho de que papá o hermanos tengan cáncer de próstata, es un factor muy alto para que el paciente pueda desarrollar la misma enfermedad. También hay otros factores familiares ligados con cáncer de ovario o cáncer de mama, hay una correlación que depende del número de parientes con estos antecedentes.
“Otro de los factores puede ser la raza, los afroamericanos tienden a desarrollar más este tipo de cáncer y se ha visto que la alimentación puede también influir aunque el más importante es el relacionado con la genética o la herencia. El tabaquismo, por supuesto, está asociado a cualquier tipo de neoplasia”, aseveró.
Tipo de intervenciones
Cuando la detección de cáncer de próstata se da de manera temprana, hay terapias con fines curativos: ya sea cirugía por radio-terapia
El antígeno, reiteró, es esencial, y ante alguna sospecha hacer biopsia. “Como el tumor es intra-glandular, se tiene que hacer una biopsia para poder llegar al diagnóstico”.
Hay una cirugía prostatectomía radical en la que “quitamos la próstata y las glándulas seminales; hacemos una unión nueva entre la vejiga y la uretra para que no quede ese espacio desconectado. Es una cirugía que se puede hacer de manera abierta, con una cirugía laparoscopica o cirugía robótica.
“En algunos casos también quitamos los ganglios linfáticos los cuales mandamos a analizar para tener un esquema completo del caso”, aclaró.
“En el momento que nosotros quitamos la próstata, si puede haber un riesgo de incontinencia y de erección; sin embargo, debemos tener en cuenta que lo más importante es erradicar el cáncer”, dijo.
En este proceso se aplican algunas técnicas para “preservar los nervios que dan la erección y el sistema que opera la acción urinaria”.
“Hay varios tipos de radio-terapia. Algunos optan por ir directamente a la zona afectada, se puede dar en la pelvis y llegar a los ganglios.
Si el diagnóstico es tardío, comentó, el paciente requerirá de tratamiento de por vida, generalmente de hormonas que bloquean la testosterona, el alimento del cáncer de próstata.
Cada paciente es diferente. En algunos, el cáncer evoluciona lentamente y, en otros, en año y medio existe una progresión de la enfermedad de manera agresiva. Un diagnóstico tardío, en cualquier modalidad, puede volverse en una patología muy agresiva.
Por lo general, en un proceso avanzado, el cáncer se disemina hacia los huesos, sobre todo, en el esqueleto axial (columna vertebral y la caja torácica, cabeza, laríngeo) y se presenta con dolor, debilidad en los miembros inferiores.
“Puede haber algo que se llama síndrome medular en donde las vértebras, por el mismo tumor, se colapsan; puede que el paciente deje de caminar y posteriormente puede haber problemas hepáticos o pulmonares”, detalló.
Como se mencionó, el tratamiento es hormonal para bloquear la producción de testosterona, además de que se suministran varias moléculas, pastillas e inyecciones, para mantener al paciente con la mejor calidad de vida.
Si el cáncer se vuelva resistente a la testosterona, porque buscar la forma para seguir creciendo, “se eligen las moléculas para bloquear los diferentes canales para que el cáncer no siga creciendo”.
Todo depende de la respuesta y si hay muchos efectos adversos, “Actualmente el IMSS ha incrementado el número de moléculas y de tratamientos para mantener controlado el cáncer”.
También en la etapa avanzada disminuye el alíbido o deseo sexual; puede haber otras alteraciones, como cambios de humor, bochornos, debilidad o cansancio.
Llega a darse “una castración bioquímica con los medicamentos o a través de la cirugía en donde se quitan los testículos”
Campañas para crear consciencia
Desde junio se está promoviendo el Día de la Salud Prostática y en el IMSS ya existe, desde hace muchos años, las guías para hacer tamizajes. “Lo que queremos es que así, como está la conciencia del cáncer de mama, también se tenga conciencia sobre el cáncer de próstata. Es muy importante hacer conciencia sobre la exploración física, que es realmente muy rápida y que puede salvar la vida de un hombre”.
HCM