La empresa multinacional del tabaco Philip Morris llamó a organizaciones civiles y autoridades de salud de México a iniciar un debate sobre las alternativas para reducir el riesgo de enfermedades en fumadores.
El propósito es desarrollar, a través de la tecnología, un método que reduzca la cantidad de tóxicos que inhalan los consumidores en la combustión del tabaco, señaló el director de Asuntos Corporativos de la firma, Gonzalo Salafranca.
Philip Morris —propietaria de las marcas Marlboro y Delicados— llamó a las autoridades de salud, comunidad médica, organizaciones que estudian el tabaquismo y empresas a un debate del que surja una regulación en el que se integren sistemas alternativos para fumadores como los cigarros electrónicos.
En conferencia de prensa, presentó estudios recientes de los IQOS —dispositivo electrónico que calienta el tabaco reduciendo los riesgos de fumar— a los que 4.7 millones de fumadores en 32 países ya cambiaron para reducir las consecuencias de inhalar los químicos del humo.
Pese a las venajas de los IQOS, Salafranca aclaró que no están disponibles en México y aún no existe fecha para que lleguen al país. “Antes tiene que darse un debate abierto, serio y riguroso sobre el principio de reducción del daño”, toda vez que la voluntad de la compañía es ofrecer a los consumidores productos “que son mejores alternativas”.
No es “e-cigarette”
Salafranca también hizo hincapié en que si alguien tiene una preocupación por los efectos de fumar, lo mejor que puede hacer es dejar de hacerlo totalmente, ya que estos productos —a pesar de presentar un menor riesgo— no son 100 por ciento seguros desde el punto de vista de la salud; sin embargo, sí es una mejor alternativa para quienes consumen nicotina.
“Esto no es un cigarro electrónico. Creo que la nueva regulación tiene que abordar de una forma integral estos productos para reflejar la actual realidad y la base científica que hay detrás, pero antes de eso lo que nos toca es tener un debate abierto con todos los actores que tienen algo que decir sobre el tema.
“Me parece que es la forma para caminar en México y, obviamente, la regulación será el resultado de ese debate. Las conclusiones se generarán entre todos: autoridades, comunidad médica y ONG, pero hay que poner el tema sobre la mesa”, aseveró.
En tanto, Mikael Franzon, consultor médico para Productos de Riesgo de Reducción de la empresa tabacalera, explicó que expertos de todo el mundo concuerdan en que la nicotina, aunque adictiva, no es la causa principal de enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Eso explica el interpes de la empresa por desarrollar los Productos de Riesgo de Reducción, los cuales son potencialmente menos nocivos por la ausencia de combustión —como los IQOS y otros artículos—, ya que fueron diseñados para reducir la formación de químicos y a su vez replican el sabor y la administración de nicotina, entre otras características.
“No se trata de creer por creer”, señala Salafranca en su mensaje final. “Llevamos más 10 años y una inversión superioro a 3 mil millones de dólares de investigación y desarrollo, lo que nos permite sentarnos a la mesa con quien sea validar o cuestionar los resultados” que hemos tenido, sostuvo el directivo.