La historia del sur de Tamaulipas siempre ha estado ligada al mar, pero pocos conocen la existencia de un museo naval en la playa Miramar de Ciudad Madero, que nos lleva a un viaje extraordinario para conocer los buques más emblemáticos a través del tiempo.
Alojado en un hotel del bulevar costero, alberga 89 réplicas de embarcaciones antiguas y modernas que surcaron los siete mares y actualmente permanecen estáticos a la espera de ser visitados por las familias que acuden a disfrutar el Golfo de México.
El museo lleva por nombre Lorencillo, un pirata que atacó Tampico en 1683 y cuya historia hoy se revive para atraer al turismo e invitarlo a vivir una aventura sobre el fascinante mundo de la navegación desde sus orígenes.
Este sitio cultural fue creado por la iniciativa privada y es operado por Juan Manuel Ibarra Morales, quien comenta que entre sus proyectos se encuentra el crear un barco antiguo que permanezca a la orilla del mar y en donde el público pueda acceder más fácilmente para conocer la historia de las naves.
Es la primera entrevista sobre el museo ubicado en el hotel del mismo nombre, pero ya han tenido pláticas con el Ayuntamiento de Ciudad Madero, para unirse en una sociedad público-privada y tener la facilidad de recibir piezas en comodato, provenientes de las diferentes instancias de gobierno, instituciones privadas e incluso de museos en el extranjero.
“Primero que nada vamos a necesitar el espacio, eso depende de una gestión porque son zonas federales las que requerimos para desarrollar el proyecto del barco que albergará el museo naval Lorencillo; ocupamos también la asociación con el gobierno municipal o estatal para que nos abran las puertas y buscar traer piezas que puedan exhibirse”.
Manuel Ibarra, expresó que la inversión no le preocupa mucho, porque es una empresa autofinanciable a mediano plazo con créditos bancarios y que atraerá al turismo como se ha visto en todos los puertos del mundo.
Federico Juárez Andonaegui es uno de los colaboradores en la tarea de adquirir, conservar, investigar, comunicar y exhibir para fines de estudio, educación y contemplación, piezas, conjuntos y colecciones de valor histórico, artístico, científico y técnico relacionados con la actividad náutica y naval, con el propósito de difundir la historia marítima mundial y de nuestro país en especial.
A mediano plazo se busca contribuir a promover la conciencia marítima nacional que tanto atrae a quienes visitan el hotel museo temático Lorencillo de playa Miramar, mismo que conserva además en su interior pinturas, mapas e instrumentos de navegación que van desde el siglo XV hasta la actualidad y que pueden ser disfrutados por los huéspedes además del público en general.
Representan diversas épocas
Desde las primeras balsas impulsadas con remos y velas muy rudimentarias se pueden apreciar en estas embarcaciones prehistóricas construidas con madera rústica y en algunos casos con pieles de animales.
A medida que se desarrollan las técnicas de navegación, se hacen importantes también para la guerra, un ejemplo son el barco egipcio de 3 mil años antes de Cristo, el romano de 700 años AC, como el vikingo de 500 años antes de Cristo y que se encuentran también representados en el museo Lorencillo.
Además se cuenta con las réplicas de las tres carabelas que participaron en el descubrimiento de América en 1942, siendo este un acontecimiento para la navegación y el conocimiento científico de la época, que permitió desde entonces el cruzar el Atlántico.