La violencia obstétrica es un problema que persiste en nuestro país y Tamaulipas no es la excepción. Ocurre tanto en instituciones públicas como privadas, es decir, en todos los sectores socioeconómicos.
Sin embargo, se ha detectado que en Tamaulipas, los centros de salud es donde más se cometen este tipo de agresiones que en los últimos años se han visibilizado, según el Inegi.
De un total estimado de 54 mil 972 mujeres que experimentaron maltrato durante su último parto entre 2016 y 2021, el 71.2% se atendió en esas instalaciones.
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Dicho porcentaje casi se duplicó en seis años, de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica de Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021.
Y es que en la edición de 2016, la Endireh indicó que el 37.2% de los casos de maltrato durante el parto sucedía en los centros de salud.
El segundo sitio con mayor ocurrencia es en hospitales y clínicas del Issste, seguido por el IMSS, clínicas privadas y consultorios particulares.
La violencia obstétrica se dio principalmente entre quienes tuvieron un parto, en comparación a las féminas que les practicaron cesárea.
Los malos tratos incluso se dan durante las consultas prenatales o el periodo de puerperio de la mujer, o bien a manera de presión para utilizar métodos anticonceptivos y la falta de autorización para realizar procedimientos.
El maltrato psicológico y/o físico es cuando le gritaron o la regañaron, le pellizcaron o jalonearon, se tardaron mucho tiempo en atenderla porque le dijeron que estaba gritando o quejándose mucho.
Asimismo, cuando la ignoraban al preguntar cosas sobre el parto o sobre el bebé, la obligaron a permanecer en una posición incómoda o molesta, le dijeron cosas ofensivas, humillantes o denigrantes, le impidieron ver, cargar o amamantar a su bebé durante más de 5 horas, sin causa alguna o sin que le informaran el motivo.
Además, cuando no le dijeron de manera que pudiera comprender porqué era necesaria una cesárea, fue presionada a aceptar un dispositivo o la operaron para no tener hijos, se negaron a anestesiarla o a aplicarle un bloqueo para disminuir el dolor, sin darle explicaciones; le colocaron un método anticonceptivo, la operaron o esterilizaron para ya no tener hijos sin preguntarle o avisarle y la amenazaron para que firmara algún papel sin decirle para qué era.
CGCH