El telescopio espacial Webb de la NASA identificó nuevas pistas sobre la superficie de la luna más grande de Plutón.
Detectó por primera vez rastros de dióxido de carbono y peróxido de hidrógeno en la superficie de Caronte, que tiene aproximadamente la mitad del tamaño de Plutón.
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Investigaciones anteriores, incluido un sobrevuelo de la nave espacial New Horizons de la NASA en 2015, revelaron que la superficie de la luna estaba cubierta por hielo de agua. Pero los científicos no pudieron detectar las sustancias químicas que acechaban en ciertas longitudes de onda infrarrojas hasta que el telescopio Webb apareció para llenar los vacíos.
"Hay muchas huellas dactilares de sustancias químicas que de otro modo no podríamos ver", dijo Carly Howett, científica de New Horizons que no participó en el nuevo estudio.
La investigación se publicó el martes en la revista Nature Communications.
Datos de Plutón
Plutón, un planeta enano, y sus lunas se encuentran en los límites más alejados de nuestro sistema solar, en una zona conocida como el Cinturón de Kuiper.
Además de hielo de agua, previamente se había detectado amoníaco y materiales orgánicos en Caronte. Tanto Plutón como Caronte están a más de 3.000 millones de millas (4.830 millones de kilómetros) del Sol y es probable que sean demasiado fríos para albergar vida.
Los científicos creen que el peróxido de hidrógeno puede haber surgido de la radiación que emana de las moléculas de agua en la superficie de Caronte. El dióxido de carbono podría arrojarse a la superficie después de los impactos, dijo la coautora del estudio, Silvia Protopapa, del Instituto de Investigación del Suroeste.
La última detección es clave para estudiar cómo se formó Caronte y puede ayudar a los científicos a desentrañar la composición de otras lunas y planetas lejanos.
APC