La ginecóloga María de Lourdes Flores recibió a la paciente. Llegó al consultorio gritando. La doctora le pidió que se recostara para revisar qué había ocurrido: al explorar notó que tenía la copa menstrual colocada.
“Me está jalando algo por dentro”, le dijo la mujer.
Resultó que la joven había decidido utilizar una copa menstrual durante su periodo sin considerar que llevaba un Dispositivo Intrauterino (DIU), método anticonceptivo que se coloca en el útero. La copa, que genera un efecto de vacío una vez colocada, succionó el pequeño objeto en forma de T cuando intentó sacarla.
“Terminó atorado en el cuello de la matriz, por lo que cuando la joven caminaba o se movía, el dispositivo se enterraba”, cuenta la egresada de la UNAM con casi 20 años de experiencia en la atención ginecológica.
La especialista considera que, si bien las personas que menstrúan pueden adoptar diferentes productos a lo largo de su vida reproductiva, deben tomar en cuenta sus implicaciones, especialmente considerando que, entre los 12 y 51 años de edad, experimentarán más de 2 mil días de sangrado, según un estudio de Harvard.
La cantidad de flujo, el nivel de actividad física, el uso de algunos anticonceptivos, costos, facilidad de colocación y la cantidad de residuos que generan son algunos de los elementos a considerar cuando se elige entre una toalla, un tampón, una copa, un calzón o un disco menstrual.
“Hay que seleccionar de acuerdo a tus características, tu cantidad de sangrado y antecedentes. Es importante saber todos los antecedentes antes de recomendar el uso de uno o de otro producto”, comenta la ginecóloga.
Toallas sanitarias
En el pasado las nativas americanas utilizaban el musgo y piel de búfalo como almohadillas absorbentes. Se cree que en Mesoamérica las hojas de palma, el algodón y otros tejidos ayudaban durante la menstruación.
No fue hasta el siglo XIX que los productos comenzaron a diversificarse, durante este periodo surgieron los cinturones sanitarios que ayudaban a sujetar los trapos, esponjas o compresas reutilizables.
Si bien estos podrían ser los antecedentes, las toallas sanitarias desechables que dieron pie a los productos que se conocen hoy día no surgieron sino hasta la década de 1890. Desde entonces se han colocado como una de las opciones preferidas.
Un estudio enfocado en enfermeras de Corea del Sur encontró que las mujeres elegían las toallas sobre otros productos debido a la comodidad y facilidad de uso. Otras investigaciones enfocadas en diferentes poblaciones del mundo han detectado que es uno de los dispositivos más populares entre adolescentes.
De acuerdo con la doctora María, al utilizar toallas se debe tomar en cuanta el material del que están hechas, ya que algunos impiden que la piel respire y pueden generar reacciones alérgicas.
Una toalla retiene alrededor de 20 y 50 ml de sangrado, sin embargo, más allá de la capacidad, la especialista recomienda cambiar el producto, por lo menos, cada tres o cuatro horas, ya que la sangre es el caldo de cultivo perfecto para hongos y bacterias.
Esta podría ser una de las desventajas de las toallas: el costo que implican y la gran cantidad de residuos que generan. Según un estudio impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el uso de 12 mil millones de productos desechables para el control menstrual en todo el mundo contribuyen con un estimado de 245 mil toneladas de dióxido de carbono al año.
- Costo: en 2022, la Profeco calculó que las mujeres utilizan de 20 a 30 toallas sanitarias lo que tendría un costo aproximado de $26 mil pesos en promedio.
EL DATO¿Qué cantidad de sangrado es normal?
La cantidad de sangrado normal durante una regla, es decir, lo que la mayoría presenta es alrededor de 30 a 80 ml en un ciclo. Sin embargo, hay factores que pueden incrementar o disminuir la cantidad de flujo menstrual.
Tampones
En la antigua Grecia y Roma se utilizaban materiales como pelusa envuelta alrededor de madera mientras que en Egipto se usaba papiro, estas fueron algunas de las formas primitivas que tuvo el tampón en el pasado.
Actualmente son mucho más cómodos y absorbentes, de hecho, se han convertido en una gran opción para ir a la playa, nadar o practicar algún deporte de alto impacto. No obstante, tiene sus desventajas.
Al igual que las toallas, su capacidad es de alrededor de 2 y 5 ml, por lo que se recomienda cambiarlo cada 4 u 8 horas, la clave en su uso es no olvidar su presencia, pues, como comparte la doctora, en más de una ocasión ha brindado atención a pacientes que no saben si aún llevan el tampón puesto.
“Puede durar horas, hasta días. Las bacterias se multiplican, los hongos proliferan más fácil mientras que el algodón del que están hechos es un lugar perfecto para que empiecen a replicarse estos bichos. Lo peor que puede pasar es algo conocido como shock tóxico”
Un shock tóxico ocurre cuando la proliferación bacteriana provoca una infección severa, aunque la probabilidad de sufrirlo, según una investigación de la Universidad de Austin, es de 1 en 100 mil.
Apenas en agosto del año pasado, un artículo financiado por el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental reveló que estos productos pueden contener una docena de metales y metaloides tóxicos. No obstante, los autores reiteraron que aún se requieren más investigaciones para replicar los hallazgos y determinar si estas sustancias pueden filtrarse y atravesar el tejido vaginal hasta la circulación sistémica.
- Costo: $30 mil en tampones si se considera que el precio promedio es de $4 por cada uno
Copa menstrual
No solo ahorra dinero, además, es una opción mucho más amigable con el medio ambiente ya que pueden durar hasta 10 años. No obstante, la opinión sobre este dispositivo parece no tener puntos medios: o la aman, o la odian.
Una de las ventajas es la cantidad de sangre que puede retener: de 10 a 38 ml, por lo que puede vaciarse cada 4 a 12 horas (esto dependerá tanto de la abundancia del flujo como de tipo de copa).
No obstante, para una persona inexperta, su colocación puede resultar complicada. Tres voluntarias de un estudio que buscaba evaluar la adaptabilidad y eficacia de las copas en la India decidieron retirar su participación después de usarla: dos por malestar y otra por no poder insertar el dispositivo tras repetidos intentos.
Aquí influye la complexión vaginal, pues a pesar de que el tejido es sumamente elástico, existen diferentes tamaños y grosores vaginales, como comparte la ginecóloga. De ahí la importancia del autoconocimiento.
“Si usas una copa demasiado grande pero que no es apta para tu tamaño vaginal puede atorarse”, comenta la doctora María.
En una ocasión la especialista recibió a una paciente de 40 años preocupada, su hija le había remendado la copa, así que intentó usarla, sin embargo, ahora no podía sacarla: se había atorado en el hueso de la pelvis.
“Entonces, es importante que aprendamos bien la técnica para colocarla y retirarla”, reiteró la especialista.
A la par, recomienda tener más de una copa, pues el hecho de sacar el dispositivo con las manos, aún cuando estén limpias, puede aumentar el riesgo de infecciones.
“A veces traemos algunas bacterias en las manos. Entonces, el hecho de introducir los dedos, sacar la copa, vaciarla (a veces dicen que la enjuagan con agua o a veces incluso nada más la vacían y la vuelven a colocar) puede implicar riesgo de contaminación”, añade.
Además, un estudio reciente en Francia concluyó que la copa podría ser un factor de riesgo para el desplazamiento del DIU, por lo que las personas interesadas en probarla deberían tomarlo en cuenta.
- Costo: en promedio ronda entre los 400 y 700 dependiendo de la marca y accesorios que incluya
Disco menstrual
A diferencia de la copa, que se inserta en el canal vaginal, el disco se coloca en la base del cuello uterino y no crea succión: se mantiene en su lugar por la gravedad. Esto puede resultar más comodo para algunas personas y además, permite tener relaciones sexuales durante el periodo sin ensuciar.
Se ha señalado que su uso puede reducir algunos dolores durante la regla, además de brindar hasta 12 horas de protección, aunque de nuevo, todo depende del flujo.
“Este tipo de artefacto puede recolectar entre 60 y hasta 70 ml de sangre. Es el que más puede contener”, agrega la especialista.
Aunque es una gran opción, su correcta colocación requiere de práctica y paciencia. Por otro lado, si bien hay modelos reutilizables, tienen un tiempo de vida menor en comparación con la copa.
Calzón menstrual
Desechables o reutilizables, brindan comodidad y son sumamente fáciles de usar, no obstante, la absorción depende tanto de los modelos, como de la cantidad de flujo en un día.
Son amigables con la piel y además son una opción ideal para viajes largos en donde el acceso a baños es limitado.
Su lavado es relativamente sencillo, la mayoría de los proveedores brindan los pasos a seguir para garantizar una limpieza correcta, sin embargo, para algunas personas el proceso puede resultar incómodo. Además, cambiarlos en un espacio público el mismo día que se llevan pantalones en poco práctico.
Aunque las versiones reutilizables son mucho más amigables con el medio ambiente, son más caras en comparación con otros dispositivos de higiene menstrual , especialmente considerando que se requiere más de uno a lo largo del periodo cuando hay flujo abundante.
Más allá de un uso diario, quienes han adquirido las bragas las utilizan con un respaldo de algún otro producto y así evitar las fugas.
- Costo: depende el material, marca y absorción, sin embargo los precios van de los 300 a los 600 pesos
En conclusión, y desde la perspectiva de la ginecóloga Lourdes, si se desea probar diferentes productos, lo mejor es consultar con un especialista para tomar una decisión informada y que se adapte mejor a las necesidades.
El uso incorrecto de estos productos puede resultar perjudicial para la salud a corto y largo plazo. Por ejemplo, las mujeres que tienen infecciones recurrentes o alguna enfermedad de transmisión sexual y utilizan dispositivos intravaginales pueden correr el riesgo de que la infección ascienda desde la vagina hasta el útero e incluso que alcance las trompas de Falopio.
Esto puede derivar en salpingitis, que es la inflamación de las trompas. Si la inflamación es severa, puede generar hidrosalpinx, causando dolor, o incluso piosalpinx, que implica una infección en las trompas, cómo agrega la ginecóloga.
LHM