Islas enteras del Caribe quedaron en ruinas tras el paso de Beryl, huracán que recientemente alcanzó categoría 5 y que sigue avanzando en dirección a la Península de Yucatán.
Aún hay incertidumbre respecto a su destino final, sin embargo, se prevé que en los próximos días afecte a Jamaica como categoría 3 y posteriormente territorio mexicano como categoría 1. En tanto, lo que ya es un hecho es que el ciclón ha batido varios récords desde su formación en el Atlántico.
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El huracán más fuerte que ha pasado por Las Granadinas
Beryl es el segundo huracán más intenso en afectar a las Islas de Barlovento: llegó como un ciclón categoría 4, no obstante, para algunas regiones su presencia provocó que por primera vez se experimentaran vientos de más de 200 km/h en la región.
Para las Granadinas, por ejemplo, el huracán se coronó como el más intenso en tocar su territorio, según datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA, por sus siglas en inglés).
La ubicación también es clave
La ubicación y el mes en los que Beryl se consolidó como huracán también son clave, pues el huracán se formó más al este de lo normal, especialmente durante el mes de junio.
La ubicación hizo que el ciclón rompiera el antiguo récord establecido en 1933, según explica Philip Klotzbach, integrante de la red de expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El dato:Vientos huracanados
En el periodo en el que el huracán alcanzó categoría 5 los vientos máximos sostenidos fueron de 260 km/h, no obstente, el avión cazahuracanes del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos llegó a registrar durante el vuelo una ráfaga aislada de 291 km/h en tan solo 10 segundos.
Es importante señalar que Beryl es la evolución de una tormenta tropical, originada en las costas de Cabo Verde, África.
La mayoría de las tormentas tropicales se intensifican a medida que avanzan hacia el oeste a través de lo que los expertos llaman la Región de Desarrollo Principal (MDR), que se extiende aproximadamente desde la costa occidental de África hasta las Antillas Menores. De ahí que resulte poco común que el huracán se haya intensificado más al este de lo normal.
Antes de alcanzar la categoría 5
Ya desde el 30 de junio, el ciclón se ganó el título del huracán categoría 4 más temprano registrado en el océano Atlántico y el único de esta categoría en el mes de junio.
De acuerdo con datos del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés), el antiguo récord lo tenía Dennis, que alcanzó la categoría 4 el 8 de julio de 2005; el siguiente más temprano fue el Gran Huracán de las Bahamas (26 de julio de 1926).
La fecha habitual de aparición del primer gran huracán del Atlántico es en septiembre, por lo que el ascenso de Beryl en junio resultó muy anómalo. De ahí que algunos expertos, como Jeff Masters, científico especializado en ciclones tropicales y ex cazador de huracanes de la NOAA, consideren que se encuentra fuera de la cadena climatológica.
Por adelantado
"En media hora, Carriacou quedó arrasada", declaró el primer ministro de Granada, Dickon Mitchell durante una conferencia emitida poco después de que Beryl tocará tierra como categoría 4 el primero de julio.
Tras continuar con su camino, el huracán alcanzó su punto máximo: evolucionó a categoría 5, lo que lo llevó a convertirse en el huracán más fuerte del Atlántico registrado en julio.
Usualmente, un huracán como Berly suele verse hasta septiembre, mes en el que se experimenta el pico más alto de la temporada de ciclones. Este 2024 y según los datos del NHC, el fenómeno le arrebató su puesto a Emily, un poderoso huracán que alcanzó la categoría 5 el 17 de julio de 2005.
El récord que conecta a Beryl con Otis
Un elemento importante que permitió la temprana llegada de Beryl fue su rápida intensificación, la cual se dio a “un ritmo explosivo”, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Beryl inició como una depresión tropical y pasó a convertirse en un huracán peligroso (categoría 3) en solo 42 horas. En dos días logró aumentar su categoría a 4 y alcanzó su punto máximo casi 24 horas después.
“Esto no tiene precedentes en el mes de junio, pero coincide con la tendencia reciente a una intensificación muy rápida, como fue el caso del huracán Otis, que se convirtió en huracán de categoría 5 de la noche a la mañana”, señala el comunicado de la ONU.
Aunque Otis sigue ostentando la intensificación más rápida jamás registrada, el comportamiento de Beryl es un precedente para el Atlántico, pues marca un inicio excepcionalmente temprano de la temporada de huracanes en la región.
Su enorme cantidad de energía
Beryl se ha convertido en una poderosa máquina impulsada por las aguas cálidas del Caribe: su poder ha sido tal que ya ha generado más energía ciclónica acumulada (ACE, por sus siglas en inglés) que toda la sumada durante la temporada de huracanes del Atlántico de 1983, según lo señalado por el meteorólogo Philip Klotzbach.
La energía ciclónica acumulada es una métrica en la que se busca sintetizar la duración y fuerza de una o varias tormentas. En este caso, Beryl se ha convertido en un monstruo de aire y humedad con tal potencial que logró convertir a 2024 como el segundo año con mayor ACE desde 1951.
¿Qué ha permitido que Beryl siga causando alerta en el Caribe?
De acuerdo con expertos, como el meteorólogo Klotzbach, una de las razones por las que Beryl está batiendo récords es la temperatura del Atlántico.
“Una de las razones por las que el huracán Beryl se intensificó hasta convertirse en un huracán de categoría 5 más de dos semanas antes que cualquier otro huracán registrado en el Atlántico se debe a los niveles extremadamente altos de contenido de calor del océano”, explicó en su cuenta de X (antes Twitter).
Más de un estudio señala que el cambio climático ha influido en la temperatura de los mares, lo que a su vez impacta en la velocidad con la que las tormentas tropicales y los huracanes se intensifican.
Actualmente, la cantidad de calor en las aguas del Caribe se encuentra a niveles que normalmente se registran hasta mediados de septiembre. Esto, sumado a las condiciones atmosféricas, permitió que Beryl prosperara mucho antes de lo esperado, además de perfilar lo que ya se había previsto desde inicios de año: una temporada de huracanes especialmente activa y peligrosa para el Atlántico.
LHM