Luego de un sismo de magnitud considerable, es común sentir miedo intenso, angustia y otros síntomas de estrés postraumático. MILENIO conversó con la presidenta de la Asociación Psicoanalítica Mexicana, quien compartió unos consejos para manejarlo.
La doctora Delia Hinojosa Amavizca es psicoanalista, presidenta de la Asociación Psicoanalítica Mexicana (APM) y ejerce el psicoanálsisis y la psicoterapia en consulta privada con niños, adolescentes y adultos.
En cuanto a cómo manejar el miedo después de un movimiento telúrico, la doctora Hinojosa señala:
- Lo primero es resguardarse físicamente, estar en un lugar seguro, verificar que la casa no haya sufrido daños y, si los sufrió, revisar que no sean estructurales.
- Después, es importante estar bien hidratado: beber suficiente agua es vital para sobrellevar una situación de emergencia. También es recomendable comer aunque sea un poco, pues mucha gente por la angustia pierde el apetito. Todo esto ayuda a que la gente se tranquilice.
- Tras el resguardo, la hidratación y la alimentación, viene la contención. "Mucha gente, cuando está en un momento de crisis, está agitada; entonces, el abrazarlos, tranquilizarlos, hablarles suavemente, ayudarles a que respiren adecuadamente; aunque suene obvio, es de mucha utilidad".
"Si una persona está en crisis, hay que preguntarles su nombre: esto permite que la gente se ubique y registre dónde está. Después, hay que preguntarles qué les paso y escucharlos. Es vital contar con una capacidad de escucha y acompañar a la persona", dijo la doctora Hinojosa sobre las crisis nerviosas.
Sobre las secuelas de quienes vivieron momentos difíciles durante el temblor, la psicoanalista fue categórica: "Es normal sentir miedo. Es normal sentir angustia. El miedo es una manera de estar alerta y nosotros tenemos esa capacidad".
"También es normal sentir que se repite la experiencia. Hay gente que, por ejemplo, tiene miedo de llegar a su lugar de trabajo. Y no sólo eso: hay quienes sienten que están nuevamente en el movimiento telúrico y perciben que el suelo se está moviendo, se sienten mareados u oyen la alerta sísmica, lo que los lleva a una situación de pánico; pero esto es completamente normal", aclaró la presidenta de la APM.
Por otro lado, puntualizó que también son normales los cambios en el estado de ánimo: sentirse enojados, asustados, abatidos, indefensos, preocupados o con insomnio; perder el apetito o tener muchas ganas de comer. "Todas estas respuestas emocionales son completamente normales", sostuvo la doctora Hinojosa.
Ahora bien, ¿cómo se supera, poco a poco, este estado? La especialista dio una lista de recomendaciones puntuales:
- Estar alerta e informarse de lo que está sucediendo a nuestro alrededor, sin caer en la alarma o el pánico.
- Establecer redes, relaciones y vínculos de apoyo: localizar gente en la que podamos "recargarnos" emocionalmente, hablar, recibir un abrazo, compartir nuestra experiencia.
- Si tienes la posibilidad, ayuda. Es común que la gente "se ayude ayudando" en la medida de lo posible; mucha gente que sufre miedo o está en situación de crisis, quiere ayudar.
- Busca con quien hablar. Si sientes la necesidad de hablar de tu experiencia, tu miedo y tus emociones, busca a una persona de confianza que te escuche: tu pareja, tus padres, amigos o amigas, un vecino o, incluso, un profesional.
- Halla el modo de adaptarte. La realidad es que estamos viviendo una situación de crisis, entonces es importante adaptarse a las circunstancias que estamos viviendo en estos momentos.
- Si te afectan demasiado, no veas ni escuches noticias. Con el fácil acceso que tenemos a la información, es muy común que estemos inmersos en las consecuencias del sismo. La doctora Hinojosa aclara que, durante el terremoto de 1985, se observó que quienes sufrían estrés postraumático permanecían en ese estado si se mantenían escuchando noticias. Por ello, aunque es importante estar informado, si sientes que las noticias te están afectando emocionalmente, evítalas e infórmate a través de otras personas.
- Evita autorrecetarte. Si no tienes receta médica, no tomes medicamentos tranquilizantes, ansiolíticos o de otra clase, pues estos tienen efectos secundarios como la somnolencia o sedación, y ahora es momento de estar alerta.
Además, la doctora Hinojosa invitó a que si existe en nuestro círculo cercano un niño o un adulto cuyo comportamiento extraño o preocupante, se contacte a un especialista en salud mental para que apoye ese estatus grave.
Esto cobrará mayor importancia en el futuro próximo, pues el estrés postraumático a menudo se presenta en los días posteriores, o incluso semanas, al evento traumático.
FM