A sus siete años, Rubí necesita trasplante de riñón; está a la espera de un donante

Las listas de espera para trasplante de órganos suelen ser largas. En MILENIO te presentamos cuatro testimonios sobre cómo se vive este proceso.

Originarios de Durango, platican que su niña fue diagnosticada con problemas de riñón. (Martín Piña)
Cecilia Aguilar
Torreón, Coahuila /

En el marco del Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos, conmemorado el pasado 26 de septiembre, en MILENIO nos dimos a la tarea de buscar historias de laguneros que han mejorado su vida gracias a los trasplantes, sin embargo, destaca el caso de Rubí, una pequeñita de tan sólo siete años que se encuentra a la espera de un riñón.

José Osiel González de 30 años, quien es mecánico, habla sobre la situación que vive su familia, pues él y su esposa Lucía Vargas de 28 años, esperan un riñón para su hija Rubí Esmeralda de siete años.

Ellos son originarios de Durango y platican que su niña fue diagnosticada con problemas de riñón.

Dicen que de manera sorpresiva, hace un año su hija empezó a hincharse de su cara y cuerpo, por lo que inició todo un proceso, al principio la llevaron con el pediatra y de ahí con especialistas, hasta descubrir la enfermedad.

En este momento están en la lista de espera, la menor recibe su tratamiento y está estable, en condiciones de esperar al donador de un riñón.

Espera que cada vez más la gente tome conciencia de lo importante que es donar para salvar vidas.

Lucía Vargas de 28 años espera un riñón para su hija Rubí Esmeralda de siete años. (Martín Piña)

Ante larga lista de espera, su esposa le dona un riñón

Gabriel Salazar Samaniego tiene 47 años, es originario de Torreón y abogado de profesión, padeció de problemas hepáticos desde octubre de 2020, cuando le detectaron insuficiencia renal, motivado por la diabetes adquirida 10 años atrás.

Cuando empezó a sentirse mal, acudió con su médico internista, quien lo mandó a hacer análisis y luego con el nefrólogo, quien de acuerdo a los resultados de los estudios, le dijo que padecía insuficiencia renal.

En el segundo año de su diagnóstico, empezó a solicitar informes sobre la lista de espera para trasplante de riñón.

“Me dicen que es muy larga y muy lenta, por lo que estaría recibiendo en cinco o 10 años un trasplante de riñón, lo cual sería mortal para mi”, señaló.

En ese proceso, su esposa Ana Luisa Rosales Sánchez de 32 años, decidió donarle su riñón y previo a las pruebas que se hicieron, resultó que eran compatibles, lo cual detonó que le hicieran el trasplante en un tiempo relativamente corto.

“Es muy triste que como sociedad en estos tiempos, no hayamos estado haciendo nada para recibir de los restos cadavéricos los órganos vitales. Necesitamos riñones, pulmones, trasplantes de córnea, riñón, corazón hígado y todo eso, lo estamos dejando ir prácticamente a la fosa cuando podrían ser una esperanza de vida”, expuso.

Por el amor tan grande que se tienen y por su familia, ya que tienen dos hijos, uno de tres años y uno de dos, Ana Luisa Rosales Sánchez decidió donarle un riñón.

“Me dijeron que había una lista de unas 600 personas previas, la lista sigue en espera, y es muy triste ver que muchas personas se quedaron en el camino”, expuso. 

Dijo que a él sí le gustaría dar una conferencia para motivar a las personas para que se decidan a donar. Ana Luisa por su parte, dijo que se recupera bien, hace un mes que los trasplantaron y están en perfectas condiciones, “claro con ciertos cuidados, pero nada fuera de lo normal”.

Ella es licenciada en Terapia Física y Rehabilitación, apenas esta semana se integrará a su trabajo.

Fuimos compatibles y el proceso fue rápido, el proceso preoperatorio fue de un mes y medio, nos internaron el 26 agosto y el martes 30 ya estábamos en el quirófano”, agregó.

Consideró que es más el temor de la gente por animarse a donar, pero no es una operación tan riesgosa, te integras rápido a tu trabajo, "es muy padre que pudiste ayudar en vida y donar un órgano tan vital".

Gabriel Salazar Samaniego tiene 47 años recibió un riñón de su esposa Ana Luisa Rosales Sánchez de 32 años.

Contagiarse de covid lo llevó a requerir trasplante; su esposa le donó un riñón

César García Sánchez es de Torreón y tiene 41 años, le diagnosticaron insuficiencia renal crónica porque tiene 20 años como diabético.

“Ya tenía alrededor de seis años con el problema, de hecho se había controlado bien con la alimentación y el ejercicio, pero en el año 2020 tuve que hacer un trabajo en la Clínica número 450 en Durango, como soy técnico en refrigeración, me mandaron con un compañero ha hacer un trabajo de mantenimiento a ese hospital, donde yo y él nos contagiamos de covid-19, dado que en ese momento estaban muy altos los contagios”, recordó.

Lamentablemente desde ese entonces su enfermedad renal empeoró, pues la mantenía controlada con ejercicio y alimentación, pero el coronavirus hizo que la creatinina fuera subiendo hasta que fue necesario el trasplanteLa primera opción fue su hermano, pero no fueron compatibles, en ese momento su esposa dijo "yo te lo dono".

“Entonces ella por su lado se hizo estudios y era 0 Positivo como yo, ella lo empezó y lo siguió, en cierto momento me dice, 'ya tengo el tipo de sangre, consultas en la 71, ya estoy preparada', la última prueba que nos hicieron fue la de pruebas cruzadas y todo resultó bien, entonces nos internaron el nueve de mayo y el 12 fue la cirugía”, recalcó.

César dice que experimenta un cambio radical en su salud, pues de estar amarillo y pesar 107 kilos por la retención de líquidos, ahora esta bien, con 80 kilos no está en su peso ideal pero poco a poco está llegando a la meta. 

"Tiene poco del trasplante, era pura retención de líquidos, de hecho el día de la cirugía expulse 20 kilos en 12 horas de eso, es un cambio total, te regresan la vida”, explicó.

Su esposa María del Socorro Gutierrez de 42 años, dijo que ama a su esposo y decidió donarle su riñón porque era muy desgastante para ella verlo enfermo.

“Me dije 'si puedo ayudarlo pues adelante', a mi nunca me dio miedo, él era el del miedo, pero le dije, 'anda vamos a darle y aquí estamos'”, señaló. 

Además dice que nunca le dolió nada, sigue las recomendaciones médicas y todo está bien.

César se contagió de covid en la Clínica número 450 en Durango, lo que agravó su problema de insuficiencia renal. (Martín Piña)

Le faltaba la glándula paratiroides y se la trasplantaron de una persona receptora de riñón

Dayana Zermeño de 28 años fue receptora, le donaron la glándula paratiroides que está precisamente atrás de la tiroides.

“Lo más común cuando retiran la tiroides es que extraen las paratiroides, en este caso no fue así, llegue a tener calambres, fui al hospital y ahí me dijeron que traía bajo el calcio, después tuve episodios más continuos, ahí fue que me detectaron que no tenía las glándulas paratiroides, de hecho no se sabe desde cuando, pero yo empecé a sentir malestares a partir de enero de 2011”, agregó.

La paratiroides regula el calcio y su donante era receptora de riñón, pues le empezaron a crecer las glándulas y se empezaron hacer coágulos en el cuerpo, eso podría ocasionar piedras en el riñón, órgano que recién  le habían trasplantado. Entonces fue necesario retirar la glándula paratiroides y se la transportaron a Dayana.

“Esto me cambió la vida, me siento bien y pues no queda más que agradecer a Dios todo”, dijo para luego invitar a la población para que haga conciencia de la importancia de la donación, la cual salva vidas.
La paratiroides regula el calcio y la donante de Dayana era receptora de riñón. (Martín Piña)

GERR

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