Utquiagvik, antes conocida como Barrow, recibió sus últimos minutos de luz solar este domingo 19 de noviembre, lo que marca el inicio de la larga noche invernal, también conocida como noche polar, la cual durará 65 días, es decir que volverán a ver la luz del Sol hasta el 22 de enero.
El Servicio Nacional Meteorológico informó que el Sol se puso a la 13:37 horas del 18 de noviembre y que la comunidad, antes conocida como Barrow, entró oficialmente a la noche polar.
¿Qué es la noche polar?
La noche polar es un fenómeno provocado por la inclinación del eje de la Tierra, en el que la ausencia de luz solar se prolonga más de 24 horas en el Círculo Polar Ártico y Antártico.
Durante la noche polar, el Sol no alcanza una altura suficiente para aparecer por encima del horizonte en las regiones más cercanas a los polos, provocando semanas y hasta meses de oscuridad.
En el caso de la temperatura, el frío se intensifica y alcanza alcanza unos -20º C en enero; sin embargo, los habitantes de Barrow continúan con su rutina diaria, aunque acumulan más tiempo dentro de casa (o bien, en visitas que se prolongan durante días) debido al inclemente invierno.
Murmansk y Tromso, las localidades que también se quedan sin el Sol
La ciudad más grande del Círculo Polar Ártico es Murmansk, una localidad rusa con casi 300 mil habitantes, donde la noche polar se extiende desde el 2 de diciembre y hasta el 11 de enero, aproximadamente 40 días sin luz del Sol.
A diferencia de otros cuerpos de agua que se encuentran en la misma latitud, el puerto de Murmansk (uno de los epicentros europeos de exportación de carbón) se mantiene activo durante la noche polar gracias a la corriente marina cálida del Atlántico Norte, que impide la congelación de sus aguas.
Una realidad similar se vive año con año en Tromsø, una ciudad noruega conocida popularmente como la ‘capital cultural’ del Ártico. Esta localidad se despide de la luz solar el 27 de noviembre y vuelve a recibir rayos del Sol hasta el 15 de enero del año siguiente.
bgpa