Joel Avilés, de 42 años, dice que la pandemia del covid-19 le cambió la vida como a todos: el encierro, los cambios de hábito y de higiene. A un año y tres meses de la contingencia sanitaria continúa refugiado en casa.
Lunes por la mañana. La fila de mujeres y hombres en el Centro de Regional de Educación Normal (CREN) no es numerosa. Este día le toca la vacuna contra el covid a las personas de 40 a 49 años en Pachuca. A Joel lo vacunaron minutos después de las ocho de la mañana.
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“Me siento más tranquilo, más confiado, más seguro para salir a la calle”, dice y cuenta que aceptó la vacuna por seguridad personal. Joel es un empleado de soporte técnico en sistemas.
Mientras espera a no tener alguna reacción luego de que le aplicaran la vacuna de AstraZeneca dice que en su familia hubo ya dos contagios del virus: su hermana y su cuñado a quien intubaron. Ambos se recuperaron.
“El covid es una enfermedad terrible que le pegó a todo mundo y las consecuencias han sido globales”, dice y asegura que se debe tener precaución para no contagiarse.
Joel no perdió su empleo durante la pandemia, continúa trabajando desde casa, hace la cuenta y dice que lleva 14 meses de encierro en su hogar, “para mí es una situación relativamente cómoda”.
Antes de que se cumpla la media hora para retirarse a casa aconseja a la siguiente generación, la de los 30 años, que se vacune pues menciona que la gente más joven no cree en la enfermedad hasta que no ve las consecuencias en un familiar cercano.
Diana Luz Ávila, de 46 años, aceptó vacunarse contra el covid para cuidarse, cuidar a su familia y no contagiarse del virus pues cree que aunque la pandemia es una mala situación se tiene que afrontar de la mejor manera.
-¿Qué siente que ya la vacunaron?
-No pues ya estoy contenta.
-¿Se siente segura?
-Ya me siento mejor.
-¿Tiene miedo usted a la pandemia?
-Pues sí porque sí hay mucha gente, vecinos que se murieron y sí estuvo feo.
Diana agradece a Dios que ella ni ningún familiar ha enfermado a causa del virus. Se sincera y dice que la pandemia le cambió la vida porque tuvo que dejar de trabajar. Tenía un negocio de reparación de ropa.
“Ese fue un problema y como tengo un niño con autismo también hay que cuidarlo, desde febrero de este año dejé el negocio, ahora me dedico al hogar y el papá de mi hijo es el que me apoya y su abuelita también”, cuenta.
Diana le pide a la siguiente generación que le toca la vacuna, los Millennials, que se apliquen el biológico y sigan las medidas sanitarias para cuidarse porque el virus aún sigue presente.
En la familia de Jonathan Acosta, de 40 años, él era el último que faltaba por vacunarse contra el covid-19. “Es una gran alegría”, dice tras recibir el biológico este martes por la mañana.
Jonathan es agente de viajes y reconoce que la pandemia le cambió la vida pues tuvo una unión familiar mayor, está más cerca de su hija y cerró su negocio por seis meses.
Su mamá y sus cuatro hermanos no han enfermado de covid, sin embargo tres de sus tíos perdieron la vida a causa del virus. Considera que la vacuna es la solución para la enfermedad.
-¿Perdiste tu trabajo?
-No, gracias a Dios es un negocio propio.
-¿Tú has enfermado de covid?
-No para nada.
-¿Qué consejo le darías a los Millennias quienes son los siguientes en vacunarse?
-No pues que se vacunen, que es nuestra oportunidad de ayudar a nuestro país y a nuestro estado a ser inmunes a esta enfermedad.
Andrea Mejía esperaba la fecha para vacunarse contra el covid con ansiedad. Sabe que la pandemia va para largo y que las personas deben aprender a vivir con la enfermedad y tener precaución.
“El que estemos vacunados no quiere decir que no nos va a dar, probablemente sí nos infectemos pero ya es un riesgo menor porque ya tenemos una protección”, dice la mujer de 44 años, asistente de notario, quien se vacunó este martes minutos después de las nueve de la mañana.
-¿Cómo la ha pasado en la pandemia?
-Con la sana distancia, evitar todas las reuniones a las que estábamos acostumbrados porque si queremos vivir tenemos que poner de nuestra parte.
-¿Qué opina de la enfermedad?
-Ay la verdad pues esto nos ha impactado muchísimo, ha habido decesos en la familia.
Andrea dice que ella no ha enfermado de covid pero que en su familia suman ya 15 personas contagiadas y que tuvieron ya un deceso por el virus: uno de sus concuños.
-¿Cómo es tener un familiar enfermo de covid?
-Pues muy triste y desesperante.
-¿Cómo le cambió la vida la pandemia?
-A todos nos cambió la vida, tenemos que acostumbrarnos a una nueva forma de vivir, seguir las medidas para no contagiarnos.
-¿Qué le diría a la siguiente generación de los 30 años que les toca la vacuna?
-Pues que tengan más cuidado porque yo veo que esa generación como que no lo toman enserio.