Organismos internacionales crearon el movimiento VOW (Vaccinate our Word) para exigir a los líderes del G7 acatar lo establecido por la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre liberar las patentes de las vacunas contra el covid-19 ante la evidencia de que el “virus de la avaricia de las farmacéuticas” ha propiciado que el 87 por ciento de las 700 millones dosis producidas estén en países ricos, mientras que países de bajos ingresos apenas han recibido el 0.2 por ciento y algunos nada.
Guillermina Alanís, directora de abogacía de AIDS Healthcare Foundation (AHF), la mayor organización mundial de sida, convocó a los líderes del G7, que se reunirá mañana en Reino Unido para discutir, entre otros temas, el impacto de la pandemia; que voten a favor de dar acceso a todos los países del mundo para combatir la infección por covid-19.
Estados Unidos, explicó, a través de su presidente Joe Biden, presentará un plan para poner fin a la pandemia de covid-19 para diciembre de 2022, además, se comprometió a comprar 500 millones de vacunas de Pfizer y se pronunció a favor de liberar las patentes para que lleguen a más personas, sobretodo a la región de América Latina, una de las más afectadas por el virus.
Japón, abundó, se pronunció por “no oponerse”, pero falta que Canadá, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido “cumplan con lo que declaran: respetar los derechos humanos, permitiendo el acceso a toda la humanidad a las vacunas mediante la liberación de las patentes y garantizar la transferencia tecnológica”.
Los países en contra argumentan que liberar patentes acabaría con la innovación tecnológica, pero en realidad, sólo están protegiendo intereses económico, explicó Jorge Saavedra, director ejecutivo de AHF Global Public Health Institute at the University Of Miami.
“Todas las farmacéuticas recibieron apoyo gubernamental y publico, de personas que pagan impuestos. En el caso de Moderna, por ejemplo, recibió 483 millones de dólares para el desarrollo y, después, 472 millones de dólares de Estados Unidos, sin contar los donativos, un millón de dólares de la caridad; y resulta que su vacunas es de las más inaccesibles en los países latinoamericanos”, acotó.
En el caso de Pfizer, detalló Saavedra, recibió 397 millones de dólares del gobierno de Alemán. “Recibieron recurso públicos y resulta igual inaccesibles, por eso vamos a insistir el la liberación de las patentes como establece la OMC y no generando más multimillonarios”, dijo.
Los países más ricos han acumulado el mayor número de dosis disponibles: Canadá es el país con mayor número de dosis adquiridas por cabeza, podría vacunar a cada uno de sus ciudadanos 10 veces; el Reino Unido tendrá para aplicar siete dosis por persona; Estados Unidos, tres por persona; Japón 2.5 por persona y la Unión Europea, en promedio, seis dosis por persona.
Existen más de 92 países con ingresos medios y bajos, y Haití, que se ubica entre las naciones más pobre del continente, no han tenido acceso a ninguna dosis. Wendy Adrien, coordinadora de abogacía de AHF, detalló que su gobierno rechazó el lote de AztraZeneca, a través del mecanismo Covax, y actualmente hay un incremento de contagios del 60 por ciento.
“Los países del G7 y G20 han declarado que donarán sus excedentes de vacunas, incluso comprarán, pero la donaciones no resuelven el derecho al acceso a la salud ni alcanza para resolver la pandemia. Es por ello que es necesario insistir en la liberación de patente y de insumos, que se permita la transferencia de tecnología y garantizar la distribución. Queremos que lo lideres sean un ejemplo”, aseveró.
Patricia Campos, de AHF de América Latina y el Caribe, recordó que cuando surgió la pandemia por VIH SIDA, Brasil logró ganar ante la OMC el derecho de fabricar sus propios antirretrovirales y, en México, con la eliminación del requisito de planta, se abrió la posibilidad de comprar y producir genéricos.
“Para cubrir las necesidades de los países con acceso nulo es necesario considerar lo establecido por la OMC, integrada por 151 países y responsable de salvaguardar el cumplimiento del comercio mundial firmado por sus países y respectivos parlamentos; e incluir el acuerdo donde se establece que, en caso de crisis sanitarias públicas, epidemias y pandemia, emergencia nacionales, es posible que los países fabriquen sus propios genéricos”, comentó.
Los especialistas reconocieron que México, al no acatar lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el sentido de no negociar directamente con las farmacéuticas, logró adquirir diferentes vacunas.
“No está sufriendo las limitaciones del mecanismo Covax, que no cumplió con las expectativas, parecía una excelente idea, pero hasta ayer tenia 81 millones de dosis distribuidas a nivel mundial, completamente insignificante. Entregaron 300 mil dosis a Perú cuando requiere 40 millones, es decir, no dio nada”, subrayó Saavedra.
Campos reconoció que México hizo todo lo posible para adquirir vacuna y lamentó que la adquisición “se haya hecho bajo tinte políticos y una campaña de respuesta lenta”.
A la vez, destacó el hecho de que en Brasil están produciendo vacunas genéricas a través del mecanismo de anteponer el bien común por arriba de las patentes, “no basta que lo haga un país aislado, se requiere la coordinación internacional”.
La pandemia generó nueve nuevos multimillonarios por los elevados precios de las vacunas, a pesar de haber contado con apoyos, entre ellos se encuentra Stéphane Bancel, director ejecutivo de Moderna, con un patrimonio valorado en 4 mil 300 millones de dólares; Ugur Sahin, director ejecutivo y cofundador de BioNTech, quien sumó 4 mil millones de dólares a su cuenta.
Asimismo, integran esta lista Timothy Springer, inmunólogo e inversor fundador de Moderna, que en la pandemia elevó su patrimonio a 2 mil 200 millones de dólares; Noubar Afeyan, presidente de Moderna, valorado en mil 900 millones de dólares; Juan López-Belmonte, presidente de ROVI, una empresa con un acuerdo para fabricar y envasar la vacuna Moderna, quien ganó mil 800 millones de dólares.
Asimismo, está Robert Langer, científico e inversor fundador de Moderna, que creció su patrimonio a mil 600 millones de dólares; Zhu Tao, cofundador y director científico de CanSino Biologics, que tiene más de mil 300 millones de dólares de ganancias; Qiu Dongxu, cofundador y vicepresidente senior de CanSino Biologics, obtuvo mil 2 millones de dólares, y Mao Huihua, también cofundador y vicepresidente senior de CanSino Biologics, quien ahora es acreedor de mil millones de dólares.
LP