Existe una probabilidad de que durante miles de millones de años, Venus haya mantenido temperaturas estables y alojado agua líquida muy similar a la Tierra, pero un extraño fenómeno desencadenó cambios drásticos en el planeta, según un nuevo estudio.
De acuerdo con un estudio presentado por Michael Way, del Instituto Goddard de Ciencias del Espacio, en el Congreso Europeo de Ciencia Planetaria; señala que hace 700 millones de años un evento masivo de reacondicinamiento desencadenó un efecto invernadero, lo que provocó que la atmósfera en Venus se volviera densa y caliente.
Además, la investigación plantea que durante dos a tres mil millones de años después de que se formará Venus podría haber tenido un ambiente habitable.
Michael Way, que anteriormente fue autor de una investigación en 2016 sobre el clima y los océanos de Venus, comparó cinco simulaciones climáticas del pasado de Venus y encontró que cada escenario sugería que el planeta podría soportar agua líquida y un clima templado, con temperaturas de entre 20 y 50 grados Celsius, durante tres mil millones de años.
Way señala que si no hubiera ocurrido una serie de eventos desconocidos que causaron que el 80 por ciento de la superficie del planeta resurgiera, que llevó a la desagasificación de CO2 contenido dentro de la corteza, todavía podría ser habitable.
El evento que provocó el cambio en Venus, pudo derivarse por grandes cantidades de magma que burbujearon y liberaron grandes cantidades masivas de CO2 a la atmósfera. Way explica que el magma se habría solificado antes de llegar a la superficie, que creó una barrera que el CO2 fuera reabsorbido.
El acontecimiento podría aclarar cómo la atmósfera del lucero del alba se volvió más densa que la Tierra junto con las altas concentraciones de CO2, provocó un efecto invernadero que hizo que las temperaturas en Venus aumentaran.
epc