En cinco años, se presentaron ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas 18 quejas por violencia obstétrica y se obtuvo solo una recomendación.
La estadística comprende de enero de 2015 a diciembre de 2020, indica el reporte Justicia Olvidada del Grupo de Información en Reproducción Elegida (Gire), organismo fundado en 1992 para difundir información científica y laica sobre el aborto en México.
En su análisis indica que las comisiones locales de derechos humanos reportaron haber recibido 712 quejas en total y haber emitido 195 recomendaciones para casos de violencia obstétrica en ese periodo de tiempo.
Quienes reportaron un mayor número de quejas por esta causa fueron Durango (81), Oaxaca (70), Ciudad de México (58) y Baja California (52), mientras las que emitieron un mayor número de recomendaciones fueron Guanajuato (27), Guerrero (23) y San Luis Potosí (20).
Tamaulipas se ubica en el lugar 15 en quejas ante organismos locales de derechos humanos por violencia obstétrica y en el sexto con menos recomendaciones por ese motivo, según el reporte que se puede consultar en este link
La violencia obstétrica se genera con el maltrato que sufre la mujer embarazada al ser juzgada, atemorizada, humillada o lastimada física y psicológicamente. Se presenta en los lugares que prestan servicios médicos y se da en todas la esferas de la sociedad.
Estos son algunos actos constitutivos de violencia obstétrica: Practicar el parto por cesárea, existiendo las condiciones para realizar un parto natural, sin el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer.
Obligar a parir acostada y/o inmovilizada; negar u obstaculizar la posibilidad de cargar y amamantar al bebé o la bebé inmediatamente al nacer; y no atender oportuna y eficazmente las emergencias obstétricas.
La violencia contra las mujeres es una violación a los derechos humanos reconocidos en instrumentos internaciones como la Convención Belém do Pará, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación en contra de la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés), y a nivel nacional en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, los cuales protegen de cualquier tipo de violencia, tanto en el ámbito público como el privado, incluyendo la violencia obstétrica.
CGCH