Tras cuatro años de su presencia en el planeta, el virus del covid 19 ya no es el mismo que cuando inició la pandemia, ha cambiado y ‘evolucionado’ a lo largo del tiempo, dando como resultado una larga variedad de descendientes.
Es así como el SARS-Cov-2 continúa perpetuando su linaje en el mundo, muestra de ello son sus dos de sus últimas variantes, mismas que se mantienen en la mira de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que ya han formado nuevas subvariantes: EG.5 (Eris) y BA.2.86 (Pirola).
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Si bien algunas variantes de covid-19 (la mayoría) han desaparecido en el proceso, otras más dieron origen a cadenas de contagios y hospitalizaciones de emergencia, pero ¿por qué pasa esto y de qué depende la formación de linajes de conronavirus más contagiosos o agresivos?
Mutaciones, ¿amigas o enemigas?
De acuerdo con el Dr. Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes de la UNAM, existe la posibilidad de que se forme una nueva variante o subvariante más compleja que pudiera ser de mayor cuidado.
“Dentro del espectro de posibilidades sí cabe tener una nueva subvariante más compleja en términos de riesgo epidemiológico que pudiera representar una mayor gravedad. Hasta ahora no ha sido el caso ", señala.
Esto, según explicó en una entrevista con MILENIO, depende en gran medida de las mutaciones que sufre el virus y que, a grandes y resumidos rasgos, se ven influenciadas por factores como el azar, la biología y epidemiología.
La mutación, en parte, es resultado del comportamiento de los virus, mismos que hacen copias de sí mismos: cada vez que se multiplican se da la posibilidad de que ocurra un error en la replicación, así, comienzan a darse pequeñas variaciones, que muchas veces se pueden entender como ‘errores’ producidos de manera aleatoria.
Es precisamente en estos cambios en donde se encuentra la posibilidad de una variante más o menos agresiva. Sin embargo, y como detalló el experto, las investigaciones apuntan a que los virus tienden a ser más agresivos cuando recién aparecen y menos con el paso del tiempo.
En primer lugar, porque la mayoría de las veces estas modificaciones no necesariamente 'fortalecen' al virus y en segundo porque en los pequeños casos en los que este resulta beneficiado, lo que se llega a favorecer dentro de la mutación es la ventaja de propagación o evasión la inmunidad, más no de su agresividad.
“Mientras cambia (el virus) puede llegar a encontrar una secuencia que le ofrece alguna ventaja, es así que como esta variante comienza a predominar”, agrega el Dr. Samuel Ponce, quien formó parte del consejo de emergencia pandémica de la OMS.
Así, según lo expresado por el epidemiólogo Ponce, se ha cumplido la tendencia que tienen la mayoría de los virus: entre más contagiosa es una variante, hay menos probabilidad de que esta produzca reacciones graves, pues al provocar más estragos en el cuerpo de su hospedero, el virus mismo limita la cadena de contagios y con ello su propagación.
“Podríamos decir que mientras más transmisible es una subvariante o variante, tiene menos capacidades para hacer más patogénica. Habitualmente a mayor contagiosidad, menos posibilidades de gravedad hay. Posiblemente en relación a que el tamaño del genoma del virus puede limitar estas posibilidades”, detalla el experto, quien asegura que es algo que se observa “constantemente” en las investigaciones.
A la par se deben tomar en cuenta otros puntos: la mayoría de las mutaciones que sufre un virus afectan poco o nada a sus propiedades, además si bien algunos de ellos mutan con rapidez, no sucede así con SARS-Cov-2, que de acuerdo con la OMS “tiende a mutar más lentamente que otros”.
A esto se suman las medidas de protección y prevención. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud se mantiene vigilando de manera permanente la formación de variantes y sus linajes.
En caso de detectar mutaciones importantes, la organización llama a los países a implementar medidas para contener una posible cadena de contagios. En tanto, la aplicación de vacunas funge como un escudo extra para evitar que las variantes del covid ataquen de forma agresiva al cuerpo humano.
¿Qué pasa con la subvariante de pirola?
Según el reporte que presenta la OMS, esta nueva variante detectada en agosto de 2023 posee un gran cantidad de mutaciones en la proteína spike. Los expertos señalaron que esto podría ser riesgoso ya que es justo esta proteína la que por un lado, es utilizada por el virus para infectar las células humanas, y por el otro es de utilidad para el sistema inmune ya que con ella logra identificar al agente intruso.
De manera preliminar, miembros del Centro de Innovación Pionero en Biomedicina (BIOPIC) de la Universidad de Pekín observaron que las vacunas actuales serían más que suficientes para brindar protección contra pirona y que además es altamente probable que a comparación de otras variante, esta sea menos transmisible.
Sin embargo, aún se mantiene en vigilancia su evolución, ya que a partir de Pirola surgió JN.1 (subvariante de interés), la cual sería portadora de una mutación que podría ayudarle a evadir la inmunidad del cuerpo.
Dicha subvariante ya tiene presencia en México, el pasado 11 de diciembre se confirmó un caso en la Ciudad de México, sin embargo, hasta el momento no representa un riesgo alto.
LHM