El virus mortal que convierte a abejas en "caballos de Troya" para poder atacar más panales

Un virus letal está haciendo estragos en colmenas de abejas en EU. Aunque ellas también practican el aislamiento para protegerse, éste sigue esparciéndose. Te explicamos cómo.

Abejas (Shutterstock).
Ciudad de México /

Los humanos no somos los únicos seres que estamos sufriendo los estragos de un virus que ataca sin piedad. Las abejas melíferas están siendo víctimas también de la propia naturaleza al enfrentarse al enfrentarse al mortal virus de la parálisis aguda israelí (IAPV), del cual, sorprendentemente, se protegen también entrando en largos periodos de aislamiento para evitar el contagio con los miembros infectados. 

Recientemente, un estudio científico descubrió que estas abejas evitan tocar y alimentar a las compañeras enfermas. Sin embargo, a pesar de sus efectivas medidas de contención el virus seguía propagándose, lo que tenía anonadados a los científicos. 

El virus IAPV es un virus letal que está haciendo muchos estragos en las colonias de abejas en Estados Unidos, por lo que la comunidad científica está tratando de identificar cómo es que funciona y por qué sigue atacando de tal manera a las abejas

Para resolver el enigma, Adam Dolezal, un fisiólogo de insectos en la universidad de Illinois, Urbana- Champaign que estudia este virus, se asoció con el informático de la misa universidad Tim Gernat para desarrollar un sistema automatizado que monitorea el comportamiento de las abejas. 

Así lograron seguirle el rastro a 900 abejas de tres colonias diferentes por medio de una cámara, además de infectar a propósito a entre 90 y 150 abejas de cada comunidad.

Después de cinco días de filmación, los científicos descubrieron que las abejas sanas evitaban contacto con las infectadas y que evitaban llevar a cabo la trofalaxia, el método de alimentar a otras a través de la regurgitación, que se redujo notoriamente, mientras que las enfermas se movían al rededor de la colonia buscando quién las alimentara. 


Caballos de Troya 

Sin embargo, esto no fue lo que más los sorprendió, pues descubrieron que el virus parece tener un contraataque alarmante que echa por los suelos la estrategia del distanciamiento, pues cuando las abejas enfermas trata de ingresar a una colonia diferente  a la suya, vulneran con mucha facilidad la seguridad de las abejas guardias, lo que lleva a especular que el virus encontró otra manera efectiva de propagarse. 

Cuando los investigadores situaron a abejas infectadas con el virus fuera de otras colonias, los guardias de éstas dejaron entrar a aproximadamente 30 por ciento de ellas, en comparación con el 15 por ciento de las abejas extranjeras sanas. 

Dolezal y Gernat no están seguros de por qué el virus tiene la capacidad de engañar de esta manera, aunque tienen algunas teorías, como la de que el IAPV altera la abundancia de hidrocarburos cuticulares que diferían entre los grupos enfermos y sanos. Descubrieron que el virus produce niveles más bajo de octacosano, que se asocia con una mayor aceptación de otras abejas. 

Además de esto, los investigadores reportaron que las abejas infectadas eran más sumisas, hecho que les ayuda a incrementar sus probabilidades de conseguir comida, que a su vez, ayudaría a propagar la enfermedad en otras colonias. 

Otra enfermedad que ha terminado con las poblaciones de abejas en todo el mundo es el ácaro Varroa, del que estas abejas también son portadoras. 

cjr 

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