• Artesanos mexiquenses crean vida desde la cantera, aunque su talento se pague como si fuera grava

  • Son los canteros del municipio de Chimalhuacán, en la zona oriente del Estado de México, quienes mantienen viva esta tradición milenaria.
Chimalhuacán /

Con una mano el cincel y en la otra el martillo, dan golpes certeros a la piedra para crear verdaderas obras de arte. Son los canteros del municipio de Chimalhuacán, en la zona oriente del Estado de México, quienes mantienen viva esta tradición milenaria que en algunas partes del país ha sido prácticamente erradicada.

En este municipio mexiquense el amor a la cantera es tanto que incluso los jóvenes se han sumado para preservarla. Alberto Jiménez Arrieta es uno de ellos; su admiración por esta actividad lo llevó a ser autodidacta en este oficio, pues, pese a ser originario de la localidad, nadie de su familia se había dedicado antes al tallado de piedra.

Desde los 16 años empezó a involucrarse, primero en restauraciones de imágenes o bloques de piedra en iglesias; después, de lleno a la creación de piezas de cantera. 

“Empecé como ayudante en trabajos de restauración y sobre la marcha me fue atrayendo mucho el labrado en cantera. Mis hermanos tenían conocimientos, pero nadie se involucró de lleno; se puede decir que soy el primero de mi familia”, contó.
El proceso de las piezas puede llevar meses. | Zuleyma García

Obras que nacen del sentimiento

El proceso de las piezas puede llevar meses. La idea primero se plasma en plastilina, luego en yeso y finalmente proceden a la talla de la piedra, el más complicado, pero sin duda también el más satisfactorio.

Alberto plasma sentimientos; la mayoría de sus obras están basadas en vivencias y en el impacto que dejan en el ser humano. Es el caso de su primera pieza, Regeneración Cultural, en la que se plasmó la pérdida de un bebé. En la piedra labró dos rostros con lágrimas y dos fetos que representaban el problema emocional que deja la pérdida de un hijo.

“Mis obras como tal siempre han sido como más reflejadas al impacto social en cuanto a los problemas emocionados que vive el ser humano. En esa pieza también se manifestaba cómo, a través del llanto, nuevamente volver a comenzar”, puntualizó.

Dimensión Cósmica, una obra premiada

Su última obra fue Dimensión Cósmica, a la que le dedicó 165 horas y que fue la ganadora del Concurso de Labrado en Cantera realizado durante la Feria Metropolitana de Chimalhuacán (FEMECHI) 2025.

El arte fue premiado en la categoría Moderna Contemporánea y habla del desarrollo de la conciencia que lleva al desarrollo personal.

La pieza tiene la forma de un hombre en posición de cuclillas, con una mano agarrando las piernas y la otra firme hacia el suelo, lo que refiere la reflexión y el impulso. Además, tiene tres huecos en la espalda que representan vacíos espirituales.

“Es un vacío físico, mental y espiritual… En esta parte —la zona del cuello— no le puse cabeza, pero esto simboliza como una dimensión cuando uno se traslada a algún momento de tu vida que a lo mejor necesitó ser sanado y por estos orificios sale agua que representa las lágrimas. Para mí esto es trasladarte a algún momento de tu vida doloroso.
“Dentro de la obra habla también que es bueno recordar esos momentos y sanarlos a través del llanto, simbolizando que, a través de las lágrimas, esos huequitos también se van llenando”, agregó.
El manejo de piedra es una actividad milenaria en el Edomex | Zuleyma García

Una escuela única en el país

Hoy, Alberto comparte su experiencia con los alumnos de la Escuela del Cantero, un lugar donde niños, jóvenes y adultos aprenden el tallado de piedra.

Chimalhuacán es la cuna del cantero; incluso es el único municipio en el país que cuenta con una escuela especial para la formación de nuevos artistas, institución que recibe a decenas de personas no solo de esta localidad, sino de otros estados y países.

El maestro Ángel Octaviano González aseguró que en los últimos años el interés por la cantería ha incrementado y la escuela recibe a hombres y mujeres que estudian carreras universitarias, amas de casa, niños, niñas y personas en general que quieren aprender.

“Les gusta por el placer de aprender, les nace y quieren aprender el tallado de piedra. Tenemos gente de otras entidades; hemos tenido gente que ha venido hasta de Cancún a aprender el tallado de la cantera porque allá se ve mucho, pero no hay quien les enseñe porque ya no existen los canteros en esa parte”, dijo.

La institución no solo enseña las técnicas tradicionales de cantería, sino que también busca innovar en el uso de la piedra, integrando conocimientos modernos y sostenibles. Esta escuela es un faro de esperanza para la preservación de la cantería, atrayendo a jóvenes que ven en esta tradición una oportunidad de trabajo y creatividad.

Arte valioso, ingresos bajos

En el Estado de México los municipios donde aún se talla la piedra son: 

  • Acambay.
  • Aculco.
  • San Martín de las Pirámides.
  • Nezahualcóyotl.
  • Teotihuacán.
  • Toluca.
  • Chimalhuacán. 

Este último es el municipio con el mayor número de canteros.

Según datos del ayuntamiento, existe un padrón de 200; sin embargo, las bajas ventas los han orillado a buscar otros empleos, por lo que solo 160 se dedican 100 por ciento al oficio.

Chimalhuacán es la cuna del cantero | Zuleyma García

Además, el arte de la cantería aporta 15 por ciento de la economía municipal, pues pese a ser un trabajo totalmente artesanal y milenario, los canteros tienen un ingreso muy por debajo de otros rubros como la elaboración de trajes de carnaval tejidos a mano con hilos de oro —también confeccionados en el municipio— o la venta de olivo y aceituna, que por familia llegan a registrar ingresos anuales de un millón 200 mil y 600 mil pesos, respectivamente.

“Nosotros apenas vendemos un molcajete, un servilletero, objetos utilitarios que no cuestan más de 500 pesos”, explicó Ángel Octaviano González, titular de la escuela del cantero Chimalhuacán.

Según el Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM), las artesanías de cantera son utilizadas principalmente con fines decorativos y arquitectónicos, así como en objetos utilitarios.

Una tradición milenaria que sigue viva

Para preservar el tallado de la piedra, cada año en esta localidad mexiquense se realiza la Feria Metropolitana de Chimalhuacán. Durante los más de 10 días de fiesta, más de 40 canteros se reúnen en un mismo lugar para tallar sus piezas al mismo tiempo como parte de un concurso que premia las mejores obras.

Este año se premiaron seis canteros: tres en la categoría Artesanal. Los ganadores fueron Axel Alejandro Jiménez del Prado con la obra Molcaxitl Temazol (Molcajete Sapo), primer lugar; José Hernández Hernández con Tlatocacihuapili, segundo lugar; y Román Arrieta Arrieta con Trono Ceremonial, tercer lugar.

En la categoría Moderna Contemporánea, el primer lugar fue para Alberto Jiménez Arrieta con la obra Dimensión Cósmica; el segundo lugar para Salvador Vilchis Escalera, con La Forma del Alma; y el tercer lugar para Enrique Arrieta Arrieta, con Catarsis.

Cada una de estas obras combinó técnica y concepto, explorando nuevas formas sin perder la esencia del arte tradicional. Las obras fueron evaluadas por un jurado del Estado de México conformado por especialistas en arte y patrimonio cultural: Libia Minerva Martínez Martínez, directora de la Galería Mandrágora en San Martín de las Pirámides; Santiago Ibarra Olivos, docente del INBAL en las escuelas de Diseño y de Artesanías; Nylsen Sotelo Carrillo, subdirectora de Investigación del IIFAEM; y Tania González Vázquez, jefa de Concursos del IIFAEM y especialista en patrimonio cultural.

Los ganadores de cada categoría recibieron premios de 60 mil, 40 mil y 20 mil pesos.

Chimalhuacán, testigo de la evolución de la cantería

Desde la época prehispánica, la extracción y elaboración de piedra ha jugado un papel fundamental en la construcción de templos, casas y monumentos, convirtiendo a Chimalhuacán en un referente en este arte, pues sus pueblos utilizaban la piedra para edificaciones y después la cantera fue explotada por generaciones con el labrado, proporcionando material de calidad para diversas construcciones.

Sin embargo, la cantería enfrenta múltiples desafíos. Muchos canteros experimentan dificultades para comercializar sus productos, lo que amenaza la continuidad de esta tradición. La competencia con materiales como el concreto y el acero ha generado un cambio en las preferencias de los constructores, relegando a la cantería a un segundo plano.

A pesar de estos retos, los canteros de Chimalhuacán mantienen viva la esencia de su arte. Las ferias artesanales y exposiciones locales son espacios donde los artesanos pueden mostrar su trabajo y conectarse con la comunidad.

La cantería en Chimalhuacán no es solo un oficio; es una forma de vida que ha sido transmitida de generación en generación. Los maestros canteros, con sus conocimientos y habilidades, son los guardianes de esta tradición. Su pasión y dedicación son un testimonio de la riqueza cultural que posee el municipio, y su legado es fundamental para las futuras generaciones.


  • Zuleyma García
  • zuleyma.garcia@milenio.com
  • Reportera en MILENIO desde hace cuatro años. En 2013 comencé a ejercer mi carrera como Comunicologa y Periodista. Soy egresada de la Universidad Privada del Estado de México y desde que tengo memoria me apasiona escribir y contar historias.

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