El panteón municipal de Pachuca abrió sus puertas minutos antes de las ocho de la mañana de este sábado 1 de noviembre, Día de Muertos, para recibir a las personas que visitan a sus difuntos en el cementerio de la ciudad.
Con flores de cempasúchil entre los brazos, Francisco Eduardo Rodríguez Hernández, visitó las tumbas de su papá, su mamá, a su suegra, a su hijo, un amigo y a sus cuñados.
La Secretaría de Servicios Públicos Municipales de Pachuca espera la visita de alrededor de 25 mil personas entre el viernes 31 de octubre y los días 1 y 2 de noviembre.
Recuerdan a sus seres queridos
“Mi papá era bien alegre, bien contento, falleció de los pulmones, lo recuerdo como una persona deportista, muy activo, muy buena gente”, dice Hipólito Martínez Mejía, quien visita a su padre en el cementerio, Tomás Martínez Santillán quien falleció hace 14 años.
Acompañado de su esposa, Francisco Sauza Vázquez visita este día a su suegro Miguel Ángel García, “falleció de una muerte natural ya grande, tenía 70 años, mi suegro era muy amable conmigo, siempre nos llevamos bien”.
El panteón abrirá de las ocho de la mañana a las 17:30 de la tarde, el 2 de noviembre habrá misa al medio día, se contará en las inmediaciones elementos de la policía municipal y protección civil para atender cualquier incidencia que se pudiera presentar.
Sabina Mejía Viveros, originaria de Pachuca, vista este 1 de noviembre en el panteón a su esposo, su papá y una nieta. Su esposo era Tomás Martínez Santillán, su papá llevaba por nombre Aniceto Mejía Leal, su mamá era Florencia Viveros García y su nieta era Marisol Cruz Martínez.
“Mi papá falleció de un infarto en estas fechas de Día de muertos, mi esposo falleció en la mina, era minero, falleció de sus pulmones, a mi nieta le dio neumonía, tengo más familiares en el panteón, pero no recuerdo dónde están sus tumbas, tengo aquí hermanos, tías, sobrinos, nietos, pero no me acuerdo dónde están”, dice doña Sabina de 74 años a quien la acompaña su hija. La voz se le ahoga a la mujer al decir que recuerda a sus familiares con nostalgia.
María de Jesús Acosta Hernández, visitó las tumbas de su mamá, doña Gabriela, su papá, don Abel, su hermano Mauro, su cuñado Juan y a su sobrina una recién nacida que aún no tenía nombre. A María la acompaña su hermana quien lleva flores blancas entre los brazos.
“Vengo a visitar a mis difuntos”, dice mientras sostiene flores de cempasúchil con el brazo izquierdo. Cuenta que su mamá falleció de cáncer, su cuñado de un golpe tras caerse y su sobrina de muerte de cuna. No recuerda de qué murió su papá porque ella era una niña cuando sucedió.
“A mi mami siempre la llevo en mi mente, en mi corazón, para mí siempre va a vivir, el día de hoy la vengo a visitar para llevarle sus flores, a mi papá lo recuerdo igual, siempre”, dice María de Jesús poco antes de llegar a las tumbas de sus familiares. De los tres días de este fin de semana se prevé que la mayor afluencia de personas en el panteón municipal se tenga el 2 de noviembre con las personas que llevan flores y colocan ofrendas en las tumbas de sus familiares.